Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 300

Unos minutos después.

Cuando todos se sentaron, excepto Elena, que mantenía una expresión algo amable, Francisco, Manuel y Javier mostraban rostros fríos y serios.

Ana parecía muy tranquila, sin mostrar ninguna emoción inusual.

Solo Carmen parecía estar muy afligida, con los ojos enrojecidos. Una vez que todos se hubieron sentado, ella decidió ponerse de pie.

Se inclinó hacia Ana para disculparse.—Lo siento, hermana, fui yo quien cometió un error antes. Cuando estaba con la familia González, no me comporté bien contigo. Pensaba que ibas a quitarme todo lo que me pertenecía. Estaba muy asustada en ese momento, realmente tenía miedo de perderlo todo. Después de todo, siempre he vivido en el lujo y nunca he pasado por ninguna dificultad. Así que cuando mamá me pidió que volviera, me negué. Porque este no es un entorno que yo conociera. Hermana, antes cometí muchos errores, ¿puedes perdonarme, por favor?

—Mamá, hermano mayor, segundo hermano, hermano menor, ¿pueden perdonarme también? Prometo que no volveré a comportarme como antes.

Carmen adoptó una postura muy humilde.

Con un aspecto tan lastimero, despertaba compasión.

Ser manipuladora tiene sus niveles.

Y el nivel de Carmen era muy alto.

Sabe cuándo ser flexible.

Ana apretó la taza en sus manos. La táctica de Carmen, que siempre funcionaba, nunca fallaba.

El aroma de la comida inundaba la sala de estar, pero el silencio era tan intenso que hacía que uno se sintiera inquieto.

—Dime, ¿qué es lo que realmente quieres? ¿De verdad crees que lo que le hiciste a Anita puede ser perdonado con solo un "lo siento"?—Manuel había visto a través de la actuación de Carmen.

Él mismo era actor, y sabía reconocer una buena actuación.

Ella sabía muy bien que Ana no la perdonaría, pero no le importaba si lo haría o no.

—Yo... yo no tengo ninguna otra intención. Solo quería disculparme con mi hermana. Antes era muy inmadura.—Carmen se defendió de inmediato.

Ana le dirigió a Carmen una mirada indiferente.

—Mi hermana podría ser más joven que tú, ¿a quién llamas hermana? Parece que te estás precipitando demasiado. En realidad, pareces de otra generación,—Javier se burló.

—¡Tú!—Carmen no pudo contener su ira tras ser ridiculizada.—¡Javier, yo soy tu verdadera hermana!

—Mira, ahí está mostrando su verdadero rostro.—Javier soltó una fría carcajada.

Francisco se puso de pie.—Carmen, si has cambiado de actitud y has venido a nuestra casa, claramente estás buscando algo. Lo que puedo decirte es que, sea lo que sea que busques, no lo conseguirás. Si realmente estás arrepentida, este no es el comportamiento adecuado. En este momento, no eres bienvenida aquí. Si tienes algo más que decir, será mejor que regreses en otro momento.