Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 505

¡Si Haila se considera buena, no hay malas personas en el mundo!

Además, influenciada por su hermano, Haila ha desarrollado métodos bastante temibles.

Ana sonrió: —No, en realidad Hailita es una buena chica, de lo contrario, no serías su amigo, ¿cierto? Vamos.

—¿Ah? Eso tiene sentido.— Pablo asintió, algo confuso.

Sin embargo, sigue sintiendo que algo no está del todo bien.

Al llegar a la Casa Pérez después de unos minutos, Pablo se dio cuenta: ¿por qué siente que alguien más está compitiendo con él por Ana?

—¡Mierda!

¡Nunca debo dejar que Haila vea a Ana!

—

Ana no había visitado a la abuela García en un tiempo; después del trabajo, fue a verla y cenaron juntas.

Luego, vieron un programa de variedades.

Se llevaban muy bien.

Durante la visita, la abuela García también habló de Lorena, con quien había ido a una subasta anteriormente.

Dijo que Lorena había estado llamando mucho últimamente, queriendo visitar la Casa García, y mencionó que su nieta acababa de regresar del extranjero, donde había ganado muchos premios y se había vuelto una violinista muy famosa.

—Ella piensa que no lo sé, pero solo quiere presentar a su nieta a Alejito. Ni lo sueñes, conozco a esa nieta desde hace años, es joven y de mal carácter, trata a los sirvientes con desdén, como si fuera superior, y luego actúa dulcemente delante de mí. No me gusta y a Alejito tampoco le gustaría; tengo a Anita y nadie puede compararse contigo, ni siquiera un pelo de tu cuerpo.

Viendo el enfado de la abuela García, Ana sonrió: —Para mi abuela, todo en mí es perfecto.

Aunque no se considere tan perfecta.

Probablemente por la abuela Ruiz, la abuela García tiene una buena impresión de ella.

Mientras tanto, Antonio observaba a la abuela García tomar su medicina.

—Ese chico no quiere separarse de Anita ni un solo día. ¿Ves que dice que vino a verme, pero ha hablado conmigo más de dos frases?— La abuela García comentaba con una sonrisa.

Antonio también se rió: —El Señor García realmente ama a la Señora García, eso es obvio.

—Solo espero que él mismo se dé cuenta.— La abuela García pensaba que su nieto era perfecto en todo, excepto que era un poco torpe en asuntos del corazón.

—El Señor García lo entenderá, y creo que la Señora García también siente lo mismo por él. De vez en cuando voy a La Villa Estrella del Mar y veo cómo la Señora García mantiene todo en orden; se nota que realmente considera La Villa Estrella del Mar como su hogar,— dijo Antonio.

La abuela García asintió, —No es fácil para ellos.

—Ya han llegado bastante lejos. Si Doña García desea pronto un bisnieto, tengo una idea un poco traviesa pero efectiva. ¿Quiere saber, Doña García?— Antonio de repente bajó la voz y guiñó un ojo a Doña García.

Los ojos de Doña García se iluminaron, y se inclinó para escuchar: —Cuéntame más en detalle.