Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 531

¿Podría Ana haber descubierto algo en aquel jarrón?

Si Ana realmente hubiera descubierto algo...

Y si Bryan llegara a enterarse...

Solo de pensar en las posibles conexiones, Leticia siente de repente un miedo abrumador.

No, no puede ser, Ana es demasiado joven, ¿cómo podría saber tanto? La persona que la asesoraba, que ya tiene más de ochenta años, afirmó con convicción que hoy en día casi nadie es capaz de reconocer esas cosas.

Al recordarlo, Leticia se tranquiliza.

Bryan, con su rostro apuesto y severo, la observa detenidamente una vez más.

Aquel sutil aroma que antes había hecho que su corazón se descontrolara, deseando sumergirse en la pasión, parece haberse disipado.

Parece que estaba presente la primera vez que ella y Bryan tuvieron un encuentro sexual incontrolable.

¿O fue solo una ilusión?

¿Una excusa para justificar su infidelidad?

Bryan se muestra más frío que nunca, no dice una palabra y se marcha directamente.

Leticia tiembla ligeramente y se esfuerza por controlarse. ¡Probablemente Bryan nunca volverá a mirarla!

Un pánico inmenso se apodera de ella, ¿terminará sin conseguir nada?

En este momento, ¡está decidida a no rendirse!

No puede simplemente darse por vencida, debe ir a buscar a Beatriz.

—

Dentro del ascensor del hotel.

Alejandro se apoyaba en una esquina del ascensor.

Su mirada era fría y severa.

Probablemente por haber bebido demasiado, se siente un poco aturdido.

También podría ser porque ya es hora de dormir, y a esta hora él y Ana normalmente ya estarían acostados.

A veces, incluso hacen el amor hasta altas horas de la madrugada.

Sale del ascensor y se dirige a su habitación.

Antes de llegar, Alejandro de repente frunce el ceño severamente y llama a Eduardo.

Sujeta firmemente la toalla que cubre su cuerpo.

Su padre le dijo que todo estaba arreglado, que no habría problemas.

Debería confiar en su padre.

Y en su tío.

Lo que debe hacer es asegurarse de que esta noche no ocurran errores, una vez que dé este paso, ¡no habrá vuelta atrás!

Clic.

La puerta se abre hacia el interior.

Una figura alta entra.

Nuria lo mira inmediatamente.

Alejandro, con sus largas piernas, casi instintivamente se dirige hacia el baño.

Cuando está a punto de llegar, de repente percibe algo.

Su mirada, afilada como un cuchillo, se dirige hacia Nuria.