Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 548

Después de verlo, Francisco no dijo nada y le devolvió el teléfono a Ana.

Luego se dirigió al balcón.

El piso del dormitorio era muy alto, permitiéndole abarcar con la vista hasta el horizonte.

El cielo se oscurecía.

La ciudad entera de A parecía extremadamente solitaria a sus ojos.

Ana observaba la silueta solitaria de Francisco, y su corazón se contraía en un nudo apretado, con un dolor intenso que se dispersaba.

Francisco no debería haberse visto envuelto en estas circunstancias.

Sin embargo, Nuria lo había implicado en este asunto por su propio beneficio.

Mientras Francisco estaba absorto en el balcón, Ana arreglaba la mesa y ordenaba los utensilios.

Después de haber recogido todo y salir de la cocina, Ana encontró a Francisco fumando.

Casi nunca lo había visto fumar.

En casa, ella, Manuel y Javier quizás se rebelaron durante la adolescencia, pero Francisco asumió responsabilidades desde joven, manteniendo el hogar como un padre.

Comprar cigarrillos costaba dinero, y él evitaba gastarlo en ellos.

Tras comenzar a trabajar, también contribuía económicamente a su familia.

A veces llevaba un paquete de cigarrillos, pero solo para mantener las apariencias.

Con el corazón pesaroso y los ojos humedecidos, Ana recibió un mensaje en su teléfono de Alejandro.

[Estoy abajo en el edificio de Francisco, esperando para llevarte a casa. No te apures, si hay algo que no puedes resolver, llámame y subo a hablar.]

Las lágrimas de Ana se desbordaban.

Con la vista algo borrosa, respondió con un "sí".

Luego hizo una pausa y agregó un "gracias".

Ella había venido en taxi, sin mucha energía, y su coche fue llevado de vuelta a La Villa Estrella del Mar por alguien que Eduardo encontró para ayudar. Alejandro quería llevarla, pero ella estaba enfadada en ese momento y había salido del hotel para tomar un taxi.

Lo único que nunca había imaginado era que, al tomar en serio una relación por primera vez, al gustarle una chica, resultaría...

Ana negó con la cabeza, —No puedo adivinar qué pensabas. Tengo miedo, miedo de haberte involucrado en esto. Francisco, para mí lo más importante es nuestra familia, lo último que quiero es ver a mi familia herida, pero...

Su garganta se volvió dolorosa y áspera de repente.

Sus ojos no pudieron evitar enrojecerse nuevamente.

Probablemente frente a su hermano mayor, quien la había mimado desde pequeña, no podía ocultar sus emociones, justo como cuando era niña y venía a contarle sus problemas.

Francisco suavemente le frotó la cabeza a Ana, —Nunca me has arrastrado a nada, eres mi hermana, sé que has enfrentado muchas cosas recientemente, has vivido mucha oscuridad, y lo peor es que durante este tiempo, no estuve contigo para enfrentarlo juntos, ni me di cuenta de lo que estabas pasando, justamente estaba autocriticándome.

—Autocriticándome por no haberte cuidado bien como tu hermano. Desde que conociste a Nuria, hasta hace un momento, constantemente has estado considerando mis sentimientos. Anita, has crecido.

—Fui yo quien te hizo preocupar.

Ana, incapaz de contener las lágrimas, dijo: —Francisco, es mi culpa.

Media hora después.