Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 612

Dos personas vestidas con el mismo pijama, abrazadas estrechamente.

El calor de sus cuerpos se transmitía a través de la suave tela.

Una hora después, finalmente abandonaron el vestidor.

Sin embargo, los pijamas permanecieron allí.

Se dirigieron hacia la cama.

No sé cuánto tiempo transcurrió, pero el exterior era extremadamente frío y oscuro.

Ana, cubierta de sudor, se recostaba en el brazo de Alejandro, quien la guió al baño para sumergirla en la bañera.

—¿Te ha gustado mi regalo de bienvenida? ¿Fue suficiente?— Alejandro susurró suavemente en su oído.

Ana, visiblemente ruborizada, revivía la escena en el vestidor y sentía un calor abrazador en todo su cuerpo, incapaz de mirar directamente al hombre que tenía frente a ella.

Nunca imaginó que ese hombre se arrodillaría...

Simplemente fingió estar exhausta y se quedó dormida.

Ella no podía igualar su audacia.

—

Hoy, Manuel padecía un raro caso de insomnio.

Se revolvía en la cama sin encontrar el sueño.

La inusual pregunta de Alejandro resonaba constantemente en su mente.

Existen temas que no puede discutir con las personas de su entorno, pero sí con Francisco.

Probablemente, a esa hora, Francisco aún no se había dormido.

Eran exactamente las doce.

—Francisco, habla, me pones nervioso con tu silencio. ¿También piensas que mi carrera como actor está acabada? Aunque me gustan las mujeres, y suponiendo que me gustaran los hombres, nadie podría obligarme, ¿verdad? Incluso si me retirara, no es como si no pudiera seguir viviendo. ¿Verdad, Francisco?— Manuel adoptaba una actitud completamente pesimista.

—Te estás preocupando demasiado,— respondió Francisco con exasperación.

Manuel: —¿Preocupándome demasiado? ¿De verdad lo estoy?

Si Manuel estuviera frente a él en ese momento, Francisco pensó que podría golpearlo por estar tan paranoico.

¿Acaso había dicho que al esposo de Anita le gustaban los hombres? Manuel realmente carecía de autoconciencia, ¿cómo podría compararse con Anita?

—Recuerda esto, a Alejandro no le gustan los hombres, y el trato especial que recibiste hoy definitivamente no fue por ti. Intenta dormir y no pienses tonterías, o algún día podrías acabar dándote una bofetada a ti mismo,— le aconsejó Francisco amablemente.

Manuel frunció el ceño: —¿No por mí? ¿Entonces por quién? ¿Por ti? Tu empresa actual no tiene nada que ver con la familia García, ¿verdad?

Últimamente Francisco había avanzado mucho en su carrera, siendo entrevistado por Nuria, eso ya decía mucho de su excelencia.

—No por mí, por Anita, con el tiempo sabrás de qué se trata. Ahora cálmate y concéntrate en lo que debes hacer,— Francisco estaba completamente exasperado por el Manuel de hoy.