Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 63

—Además, todo sucedió tan rápido. Hace una hora, los González controlaban toda la situación, pero en cuestión de minutos, mira cómo están las cosas ahora. Seguramente la familia González está en pánico.

—Esta rapidez se podría comparar con el equipo de relaciones públicas del Grupo García.

...

Francisco, mirando la pantalla de su móvil y escuchando el análisis de sus amigos, frunció aún más el ceño.

Pensó en Ana, que siempre había sido muy tranquila, y desde que dejó la casa de los González, no sabía dónde había estado viviendo.

¿Será posible que...?

Después de ser engañada y traicionada por Carlos, ¿Ana no pudo superarlo y buscó algún tipo de apoyo?

Además, su madre le dijo que Ana le había dado dinero.

Francisco, que llevaba años navegando en el mundo real, sabía bien cómo funcionaba la sociedad, y Ana, siendo tan hermosa desde niña, recientemente engañada por Carlos y maltratada por los González...

Francisco se levantó de golpe. Un colega que estaba a su lado, al ver la expresión enojada de Francisco, se asustó y tartamudeó, —Francisco, mejor nos calmamos un poco. José tiene contactos en Ciudad A. Lo de que te robó la tesis, realmente no tenemos pruebas. ¿Por qué no hacemos una nueva? Si te enfrentas a él, no te traerá nada bueno.

—Ahora todos saben que él te robó la tesis, y en el futuro no se atreverá a atacarte abiertamente. Si no fuera por sus contactos en la familia González, ni siquiera habría conseguido entrar a nuestra empresa.

Francisco miró a su colega, con el rostro serio, y dijo, —No tengo intención de buscarlo. Puede robar mi tesis, pero no puede robar mi experiencia práctica. Espera a que lleguen los experimentos, entonces no podrá con ellos.

—¡Qué susto! Pensé que ibas a enfrentarte a él. —dijo el colega, aliviado.

Francisco tomó su móvil nuevamente, a punto de llamar a Ana, pero se detuvo.

—¿Qué pasa? ¿Acaso solo puedo llamar a mi nieto cuando hay algo importante? ¿No puedo llamarte si no hay nada? —la abuela García refunfuñó.

Escuchando la respuesta enérgica de su abuela, Alejandro se frotó las sienes y respondió, —Claro, abuela. Puedes llamarme en cualquier momento.

—Hoy no vengas al hospital. Varios de mis viejos amigos han venido con sus nietos. Si vienes y te encuentran aquí, me daría vergüenza. —dijo la abuela García.

Acostumbrado a ser criticado de diversas maneras, Alejandro aceptó y siguió el juego, —Está bien, no iré.

—Hoy invita a Anita a las aguas termales. Pueden pasar la noche en nuestro hotel de aguas termales y así fortalecen su relación. Sería ideal si esta noche me haces un bisnieto o bisnieta, para que el próximo año pueda presumirlos. —sugirió la abuela García.

Alejandro frunció el ceño. —Abuela, tengo mucho trabajo hoy.

—¿Acaso el Grupo García está lleno de inútiles? Ya casi tienes treinta años, ¿cómo es que siempre estás desocupado? —la abuela García lo reprendió.