Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 680

Ella resistió con todas sus fuerzas acercarse a él.

Cuanto más profundo había sido el amor, mayor era ahora la resistencia.

Beatriz luchaba intensamente, sin importarle si se dislocaba el brazo al soltarse. Tras liberarse, comenzó a vomitar en seco hacia un lado.

Esta escena sorprendió a Bryan.

También a Mauricio y Bruno.

Bryan se quedó paralizado, su rostro se volvió repentinamente pálido como el papel.

Beatriz no expulsó nada, pues no tenía nada en la garganta, pero la náusea era demasiado intensa.

Cuando se recuperó un poco y vio el rostro pálido de Bryan, ella también palideció, pareciendo tener mucho que decir al hombre frente a ella, pero las palabras se desvanecían antes de llegar a sus labios.

De repente, no sabía cómo explicarse.

Bruno preguntó con preocupación: —¿Estás bien? ¿Quieres que vayamos al hospital a revisarte?

Esta situación...

No es normal...

—Yo... mejor voy a casa a descansar un poco. —dijo Beatriz, mirando a Mauricio y Bruno.

Mauricio asintió.

Bruno estuvo de acuerdo: —Vete a casa y descansa bien, cualquier cosa me dices.

Beatriz asintió y luego le preguntó a Bryan: —Yo estoy bien, tú... ¿vas a la oficina o a casa?

Bryan sostuvo la mirada de Beatriz intensamente y, tras una pausa, respondió: —Iré primero a la oficina, luego volveré a casa.

—Está bien. —Beatriz suspiró aliviada involuntariamente.

Después de que Beatriz y Bryan se separaron, Bruno, que estaba recogiendo el equipaje, finalmente expresó lo que pensaba: —La situación de Beatriz... ¿no será que está embarazada? La actitud del presidente Campos es muy pensativa, desde que bajaron del avión hasta ahora, la atmósfera entre Beatriz y él ha sido muy inusual. ¿Viste cómo se puso el rostro del presidente Campos cuando vio a Beatriz vomitando? ¡De repente se puso pálido!

Mauricio, sin decir una palabra, subió al coche en silencio.

Bruno, con tacto, tampoco dijo más.

Por otro lado, después de que Beatriz regresó a Casa Campos, se sentó en el sofá y permaneció en blanco por un buen rato.

Finalmente, sacó su móvil y llamó a Ángeles.

Ángeles respondió rápidamente: —Beatriz, ¿no estabas de viaje? ¿Cómo tienes tiempo para llamar a mamá?

—Mamá, después de pensar profundamente durante este tiempo, he tomado una decisión. Carlos y yo no podemos seguir juntos, quiero divorciarme. —declaró Beatriz con un tono extremadamente serio.

En sus palabras, no había rastro de vacilación.

Desde el momento en que bajó del avión, desde que se subió al coche para volver a Casa Campos, hasta el momento en que hizo la llamada.

Solo había una idea en su mente, ya no podía engañarse a sí misma.