Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 685

Quizás otras personas en la ciudad A no estén al tanto de ciertos detalles sobre la familia García, pero él sí conoce algunos, aunque sean pocos. La relación entre Narciso y su hijo Alejandro es bastante distante.

—Sí, el presidente García insistió en que no importa el costo, solo queremos noticias de la señora Ana. —afirmó Eduardo sin demora.

Ignacio se puso de pie de inmediato, dejando el libro a un lado, y dijo: —Esperen noticias mías.

...

Ana despertó sintiéndose débil y fría por todo el cuerpo.

Parecía que hasta levantar los párpados consumía toda su energía.

En el momento en que su conciencia regresó, de repente se dio cuenta de lo que había sucedido.

¡había sido secuestrada!

La intensa luz la hizo cerrar los ojos tan pronto como los abrió.

Recordó la escena justo antes de perder la conciencia; alguien le había inyectado una droga, y eso explicaba su debilidad actual.

Probablemente sus movimientos eran demasiado sutiles y silenciosos, por lo que la persona a su lado no se percató.

—Coloca otra cámara allá; recuerda, debe capturar todo completamente, sin dejar nada fuera. Ustedes, esfuércense más; cuando despierte, dadle la medicina. No debe parecer forzado, debe verse como si cooperara voluntariamente.

—No te preocupes, hemos grabado tanto en el extranjero estos años que nuestras técnicas y posturas son definitivamente suficientes para tus necesidades.

—¡Una mujer tan hermosa, es la primera vez que me encuentro con una! Mira, casi sin maquillaje y ya es tan hermosa, casi no puedo soportarlo.

—Jajaja... ¡Mira cómo te pones!

—Solo asegurase de no matarla jugando; el resto depende de ustedes.

—Con lo hermosa y bien proporcionada que es, ¿cómo podría morir jugando? Nos tomaremos nuestro tiempo en los próximos días; no te preocupes, definitivamente podremos grabar algo que te satisfaga.

—...

Las palabras de los hombres se tornaron cada vez más intolerables.

Al escuchar estas obscenidades, Ana sintió un peso aplastante en su pecho, consciente de lo que tendría que enfrentar.

—No hay problema con ella, si no puedes aguantar más, comenzamos ahora y editamos después, ¡yo no puedo esperar más!

—¡Exactamente! Yo tampoco puedo esperar, es demasiado hermosa. Si tuviera una novia así de bella, la mantendría encerrada en casa todo el día.

—¡Jajajaja!

—Bien, voy a encender las cámaras, aseguraos de tener las máscaras puestas.

Ansiosos, varios hombres empezaron a ponerse máscaras.

Ana apretó fuertemente sus manos, su corazón latía más rápido que nunca.

Sentía más miedo que cuando enfrentaba a Carmen y Carlos en su vida anterior, y una angustia que no había sentido en mucho tiempo la envolvía como un manto.

Cuando las cámaras comenzaron a grabar, Ana abrió los ojos, y con una mirada fría y clara observó a los hombres que se acercaban.

Casi simultáneamente, los hombres se detuvieron en seco.