Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 715

Sin ningún rastro de emoción en su rostro.

Cuando la abuela García entró, olió el humo del tabaco y rodó los ojos, justo en el momento en que estaba a punto de regañar, se percató de que Alejandro estaba hablando por teléfono con Ana, así que optó por quedarse en silencio.

Tras una breve conversación, Alejandro colgó el teléfono.

Al voltearse, vio a su abuela mirándolo fijamente.

—Anita ha resultado herida por tu culpa, y ahora está sola en casa recuperándose, ¿no podrías haber permanecido y conversado un poco más con ella? ¿No te preocupa que algún día Anita se canse de ti y ya no te quiera? —pensó la abuela García que eso era realmente posible.

Cualquiera que conociera a Anita, sin duda, acabaría queriéndola.

Además, Anita era muy atractiva.

Aquellos que no la conocieran se sentirían primero cautivados por su apariencia.

Alejandro realmente preocupaba a la gente.

Alejandro frunció ligeramente los labios, —Mi esposa es inalcanzable para los demás.

—No estés tan seguro —gruñó la abuela García.

Anteriormente, no consideraba que tener confianza fuera algo malo, pero ahora de repente sentía que a veces demasiada confianza podía convertirse simplemente en narcisismo.

La abuela García se compuso y moderó su expresión, —Vamos, muchas personas te esperan abajo. Al regresar esta vez, siento que algo no está normal, ten cuidado.

Alejandro asintió con profundidad, "Hmm".

—

Ana guardó su móvil en el bolso y se dirigió hacia el estacionamiento.

Como había llegado por la tarde, el estacionamiento de la biblioteca estaba completo, por lo que estacionó cerca del museo.

Necesitaba atravesar un paso subterráneo y caminar unos minutos.

Tras salir del paso subterráneo, llegó al estacionamiento y justo cuando iba a subirse al coche, alguien se interpuso en su camino.

Una mano delicadamente manicurada con uñas francesas acarició la manija de la puerta del coche.

Había una foto de ellos en una cita en el cine que alguien había capturado y enviado a ella hace un par de días.

Inicialmente no creía esos rumores sin fundamento.

Hay demasiados de estos rumores infundados.

Pero se alarmó al ver la foto.

En la imagen, la mirada de Alejandro hacia Ana era tierna, con un evidente mimo no disimulado.

Era la mirada de un hombre hacia la mujer que le gusta.

Compró un boleto de avión esa misma noche para regresar, pensando en encontrar una oportunidad para ver a Alejandro, pero no esperaba encontrarse con Ana aquí.

Dejar que otra persona condujera el coche que ella le había regalado, Alejandro realmente sabía cómo herir cruelmente los sentimientos de los demás.

Ana estaba sorprendida, no esperaba que el coche que había elegido conducir casualmente fuera un regalo de otra persona.

Su coche había sido quemado y destruido, y aún no había tenido tiempo de comprar uno nuevo, por lo que simplemente había tomado uno del garaje que no parecía tan llamativo y que parecía ser del tipo que a las chicas les gustaría.