Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 834

Pero no había terminado de comprender esos sentimientos cuando ya habían llegado al estudio de Narciso.

El estudio de Narciso era grande, pero parecía poco usado.

En un armario, de hecho, había algunos objetos antiguos que parecían tener valor de colección.

Ana siguió a Alejandro, echando un vistazo de arriba abajo.

No se perdió ni un solo detalle.

—Todo lo que tengo aquí, te lo puedo dar si lo deseas, pero el amuleto de jade que tienes, no. —Dijo Narciso acercándose, con cierta urgencia en su voz.

Alejandro no le prestó atención, su mirada estaba fija en Ana.

Después de que Ana revisara todo, le hizo una seña con la cabeza a Alejandro.

No había problema con los objetos dentro del armario.

Miró alrededor, todos los adornos visibles en el estudio estaban en orden.

—No me interesa nada de estas cosas, me llevaré el amuleto de jade. —Dijo Alejandro sin hacer caso a Narciso, y tomó de la mano a Ana para dejar el estudio.

Al oír las palabras de Alejandro, Narciso casi enloquece. ¿Había venido especialmente a antagonizarlo?

Sabía que él quería ese amuleto de jade, así que había venido específicamente a quitárselo.

—No, he llevado este amuleto de jade durante varios años, ya me he acostumbrado a llevarlo, no me sentiré cómodo si te lo doy. —Se apresuró a decir Narciso.

¿Qué diferencia hay con robar?

¿Qué importa si es un objeto maligno o no? Lo importante es que le permite alcanzar sus metas y vivir placenteramente.

De repente, Alejandro se detuvo y lo miró desde arriba con una frialdad elevada.

Esa mirada hizo que Narciso sintiera algo de miedo.

—No importa qué propósitos tengas con estas cosas terribles, desde ahora quedan cortados. —Dijo Alejandro con voz fría.

¡Su propio hijo se atrevía a amenazarlo!

Estaba tan enojado que no podía dejar de temblar, incluso imaginaba el terrible final que había tenido Julián.

Hasta hoy, Julián no pensaba en volver al país. En aquel entonces, Julián era la persona en la que más confiaba, tenían un vínculo como de hermanos, y no podía creer que Alejandro hubiera sido tan cruel para deshacerse de Julián.

¡Y ahora incluso usaba a Julián para amenazarlos!

Unos minutos después.

Después de que Alejandro y Ana se fueron.

Narciso no pudo contener su ira y agarró un jarrón que estaba cerca, lanzándolo hacia la puerta.

¡Bang!

Los sirvientes de la villa, asustados, no se atrevían a moverse.