Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 835

Revisado Kenia reaccionó, dándose cuenta de que después de que Alejandro se llevara el amuleto de jade de Narciso, se le ocurrió algo: —¿Crees que podría haber descubierto algo? ¿El bolígrafo que Sofía le envió, podría haber sido descubierto?

Narciso había olvidado este detalle, pero el recordatorio de Kenia le hizo cambiar el semblante.

Se tranquilizó gradualmente.

—No debería ser así; si lo hubiera descubierto, hoy no habría venido solo a llevarse mi amuleto de jade. La pérdida del amuleto fue un descuido mío; olvidé que estamos en Ciudad A, y al revelar que buscaba el amuleto, seguramente él lo supo.

¡Este hijo fue concebido específicamente para vencerme!

—¿Qué hacemos ahora? El amuleto de jade que se llevó seguramente lo destruirá. ¿Has olvidado lo que el maestro nos dijo? Solo llevando el amuleto de jade durante mucho tiempo, Alejandro perderá influencia y entonces, en la familia García, tu posición será incomparable. —Dijo Kenia, frunciendo el ceño con preocupación.

Narciso tomó una profunda respiración: —Lo he llevado por varios años. ¿Has visto algún signo de deterioro en Alejandro? Al contrario, su posición en el Grupo García es cada vez más sólida; quizás esto solo sea un efecto psicológico.

Kenia se quedó perpleja. Hasta hoy, Narciso había guardado el amuleto de jade como un tesoro; nunca habría dicho que podría ser solo un efecto psicológico.

Al regresar a Ciudad A, muchas cosas parecían fuera de control.

Mirando a Narciso, ahora parecía no preocuparle tanto que el amuleto de jade fuera robado.

La ira en sus ojos casi se había disipado.

Hace unos meses, el maestro aún decía que Alejandro no duraría mucho, pero en los últimos encuentros, Alejandro parecía perfectamente bien, sin signos de no poder continuar mucho tiempo.

Recientemente, alguien había tomado una foto de Alejandro, y parecía mucho más sombrío y frío que ahora.

De repente, Kenia pensó en Ana.

Debía ser la aparición de Ana la que cambió el escenario que ya estaba preestablecido.

Se suponía que Ciudad A estaría ahora en un caos total entre las familias, pero no hubo mucho revuelo, y muchos objetos malignos fueron destruidos.

La gente de la familia Domínguez mencionó que Ana les había ayudado.

Ana, tan joven, ¿realmente tenía esa capacidad?

Ana miró a Alejandro, cuyo rostro era severo.

—Habla. —Dijo Alejandro, conteniendo el frío en sus ojos.

Ana sugirió: —Pongamos a alguien a vigilarlos; creo que la persona detrás del objeto maligno que hemos estado buscando todo este tiempo, ellos lo conocen y tienen muchos vínculos.

Alejandro asintió: —Hemos tenido gente vigilándolos estos años; solo que antes pasábamos por alto algunas cosas y a algunas personas. Ya he ordenado que investiguen, y no tardará mucho en darme una lista de las personas que han tenido contacto frecuente con ellos estos años.

—De hecho, tú no estás seguro, ¿has recibido algo que ellos te hayan enviado últimamente? — Ana todavía estaba algo inquieta, sintiendo que había pasado por alto algo.

Alejandro reflexionó por un momento.

Finalmente, negó con la cabeza: —Aún no tienen la capacidad de causarme daño.

De repente.

El conductor pisó bruscamente el freno.