Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 837

Por el contrario, emana un aire de arrogancia similar al de un cisne negro.

Se podría decir que posee un cuerpo incluso mejor que el de una modelo, absolutamente fatal para los hombres.

Sin embargo, Brenda piensa que es gracias al vestido.

Fue al ver cómo el vestido resaltaba en la otra persona que se sintió tentada de probarlo.

Para su sorpresa, la que lo estaba probando era Ana.

—Lo siento, pero este es el único conjunto que nos queda. —Le dijo el empleado a Brenda.

—¿Cómo que solo queda uno? —Brenda parecía molesta.

Ya no es una celebridad, solo puede volver a Casa Fontana y trabajar en la empresa familiar, una vida de restricciones que le desagrada profundamente y, además, por su culpa, ahora su familia teme ofender a Alejandro, así que no la están pasando bien. Solo venía al centro comercial para distraerse, como solía hacer antes, cuando las marcas le enviaban todas las nuevas colecciones directamente a ella.

Siempre vestía las últimas novedades.

Al ver a Ana, se sintió incómoda.

Su estado de ánimo también era complicado.

¡Todo era culpa de Ana!

Si no fuera por Ana, ¡Manuel ya la habría sacado del mundo del espectáculo! Estos días, había evitado salir por miedo a ser el hazmerreír, y justo cuando decidió salir, se encontró con Ana.

Ana, que no quería el vestido, le dijo al empleado: —No me gusta mucho este vestido, dáselo a la señorita.

Justo cuando Ana acababa de hablar, se oyó la voz de Alejandro.

—El vestido está bien, envuélvelo.

Él había estado ocupado respondiendo mensajes y no había visto.

Ahora que veía cómo le quedaba el vestido a Ana, no pudo evitar tragar saliva.

Mucha gente llevaba ese estilo de vestido, pero nadie lo lucía tan bien como Ana.

Según su estética.

El empleado respondió de inmediato: —¡Por supuesto!

Ana ya no pudo seguir diciendo que no, así que no lo rechazó y volvió al probador para ponerse su ropa.

Este vestido no era para llevar ahora, todavía tenía que esperar unos días, hasta que el clima se enfriara un poco más.

Al ver que Ana la trataba como a una extraña, y que además estaba Alejandro, Brenda se sintió sorprendida y emocionada.

—Yo... fue una falta de respeto de mi parte.

Luego, como si huyera, salió rápidamente de la tienda.

Después de que Brenda se fue, Bryan y una mujer de cabello corto entraron.

La mujer de cabello corto, llevando un bolso de edición limitada recién comprado, comentó: —Presidente Campos, realmente me encanta la ropa de esta tienda, hace que la figura se vea espectacular.

Cuando entraron, parecían no notar a nadie más.

Alejandro levantó la vista y los escaneó.

Al ver a la desconocida acompañante de Bryan, levantó una ceja.

Mientras tanto, Ana, saliendo del probador y hablando por teléfono con Beatriz, dijo: —Qué coincidencia, justo estoy en...

No terminó la frase cuando vio a Bryan y a la mujer de cabello corto.

Era la misma chica que había visto la última vez en la cafetería.

Bryan, sintiendo que alguien lo observaba, desvió la mirada de la mujer de cabello corto y luego miró hacia Ana y Alejandro.