Fue una noche después del trabajo que Luna, por pura hambre, se levantó mareada y desenvolvió la caja de bocadillos para comer.
Accidentalmente había desenvuelto el regalo que le iba a dar a Joshua y le había dado un mordisco al bolígrafo.
Al principio ella pensó que Joshua despreciaría el bolígrafo, pero no esperaba que Joshua lo guardara en el bolsillo de su camisa. "Un bolígrafo con una marca de mordida. Es muy especial. Gracias".
En ese entonces él era muy amable y gentil, y ella se había enamorado de él.
A partir de ese momento, ella perseguía cada uno de los pasos de él, sin importarle si alguien se opusiera. Tenía que casarse con él.
Luna sabía que él nunca había gustado de ella ni una vez. Ella pensó que podría derretir su corazón frío con su pasión ferviente.
Por desgracia, él se mantuvo indiferente a los sentimientos de ella.
Luna estaba perpleja. Solo ella y él conocían el origen de ese bolígrafo. Eso significaba que si él desechaba ese bolígrafo, nadie se daría cuenta de que su amor por su ex esposa era falso.
¿Por qué él había guardado ese bolígrafo durante todo este tiempo? Incluso lo usaba...
"Señorita Luna". La voz de Joshua la devolvió al presente.
Agitada y aturdida, retiró de inmediato la mirada." Señor Lynch, ¿ya terminó de escribir?".
"Sí". Joshua metió la hoja de papel en la carpeta.
Y le dio una mirada al bolígrafo. "¿Te gusta mi bolígrafo?".
Ella había estado mirando el bolígrafo durante mucho tiempo.
Luna asintió. Sonrió con bastante vergüenza. "No esperaba que su bolígrafo tuviera una marca de mordida".
El Señor Lynch miró la pequeña marca de su bolígrafo y dijo: "Esta no es una marca de mordida. Lo golpeé accidentalmente contra algo".
El corazón de Luna se enfrió al instante. "Ya veo".
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