Sin embargo, Shannon no solo no se avergonzó de ello, sino que también estaba orgullosa.
Luna comprendió por fin por qué una propuesta tan sencilla tenía que ser modificada al menos cinco veces y más.
Parecía que los diseñadores del departamento de diseño... no tenían corazón para diseñar.
"Eres increíble". Una vez que Luna regresó a su escritorio, Bonnie le sonrió y le pasó a Luna un chicle.
"Eres la única de nuestro departamento que no ha sido regañada por el Presidente ni intimidada hasta la muerte. ¡Incluso trajiste un pedazo de papel con la letra del Presidente! ¡Parece que no serás una pasante por mucho tiempo!".
Luna no sabía si reír o llorar. Y se metió el chicle en la boca. "Debes estar bromeando".
"¡No lo estoy! Nuestro Presidente es famoso por ser estricto. Nadie se atreve a acercarse a él. Los Presidentes de otras empresas buscarían la oportunidad de tener una relación con sus
empleadas, pero ¿nuestro Presidente? Solo tiene ojos para su ex esposa. El departamento de Recursos Humanos ha tratado constantemente de encontrar empleadas que se parezcan a ella para apaciguarlo".
Ante las palabras de Bonnie, Luna no pudo evitar fruncir el ceño. Ella pensó de repente en Courtney, que se parecía a Luna Gibson.
La escena en la que Courtney estaba en la oficina de Joshua apareció en su mente una vez más. Parecían marido y mujer.
La imagen molestó inexplicablemente a Luna.
"¿Aún tienes chicle? Dame otro".
Bonnie frunció los labios. Y le pasó otro chicle a Luna. "Este es el último. No tenía muchos.
Courtney, la nueva secretaria, me dio unos chicles esta mañana".
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