Recuperar Su Amor (Luna y Joshua) romance Capítulo 279

"Señor, tengo buenas noticias. Alguien estaba involucrado en la promoción de este artículo", sonó la voz de Lucas a través del teléfono.

Joshua frunció el ceño ante el informe. "¿ Conseguiste averiguar quién era?".

"Parece que no puedo rastrearlo. Las personas que envían correo basura fueron contratadas por una empresa extranjera, y un tal Andrew Walter es el propietario, pero no hay ninguna información sobre esta persona. Creo que podría ser un alias".

Las cejas de Joshua se fruncieron aún más." Sigue buscando".

Joshua colgó el teléfono y su agarre en el volante se hizo más fuerte. ¿Cuánto había cambiado Alice en los últimos seis años? ¿Había algo más sobre ella que aún no había descubierto?

Su coche llegó pronto a la Villa Bahía Azul.

"¡Joshua!". Alice había estado esperando en la puerta principal, y tan pronto como el coche de Joshua se detuvo, ella se acercó con una sonrisa y le puso un abrigo sobre los hombros. "Hace un

poco de frío afuera, ¿verdad?".

Joshua la miró. "Sí. Se acerca el otoño".

"Mañana saldré a comprarte ropa más abrigada". Alice deslizó su brazo sobre el de él y ambos se dirigieron juntos hacia la casa. "Les pedí a los empleados que prepararan algunos bocadillos para Neil y Nellie. Te llamé a casa antes de que ellos tuvieran hambre. Realmente me estoy esforzando por ser una buena madre para ellos", dijo Alice con una voz suave.

Joshua frunció el ceño al escuchar eso. "¿Viste las noticias de hoy?".

Los ojos de Alice se abrieron de par en par. "¿De qué noticias hablas?".

Joshua le sonrió. "Las de Luna y tú".

"Oh, a esa te referías. Bueno, la vi, pero no sé quién está detrás. Me pregunto quién pensaría que sería una buena idea mandar las imágenes de seguridad a la prensa".

Nellie también hizo un puchero y dijo: "Yo tampoco. No quiero comer".

Con eso, los dos niños volvieron a desaparecer. Joshua no pudo evitar fruncir el ceño ante eso.

"Ves, esta es la razón por la que no quería dejarlos comer bocadillos". Alice suspiró. "Los niños no tienen ningún control. Si los dejas comer demasiados bocadillos, quedan demasiado llenos para sus comidas habituales".

Ella le lanzó una mirada a Joshua. "¿Por qué no vuelvo a prohibirles comer bocadillos mañana?".

Joshua no respondió. Después de una pausa larga, él lanzó un suspiro. "Iré a hablar con ellos más tarde".

La sonrisa de Alice se puso rígida. Ella no tuvo más remedio que ceder. "Está bien". Con eso, ella ordenó que se sirviera la cena.