Tomás se dio la vuelta para marcharse mientras Susana entraba en pánico internamente por el pensamiento que acababa de tener.
―¡Pfft! ¡Ugh! ―murmuró en voz baja cuando vio que la figura erguida del hombre se alejaba. «¿Por qué habla del destino? En todo caso, ¡están destinados a no estar juntos! Después de todo el sufrimiento por el que hizo pasar a Emma, ¡el destino no volverá a unirlos!».
Mientras tanto, en el despacho, Emma y Guillermo mantenían una pequeña charla antes de que él le sacara el tema.
―El presidente Vázquez estuvo aquí antes. ¿Se encontraron? ―Él conocía el pasado de Tomás y Emma, y por eso le hizo la pregunta.
―Sí ―respondió ella asintiendo con calma.
Él se lo pensó un momento antes de seguir hablando:
―Antes ha venido a firmar un acuerdo conmigo. La empresa planea trabajar en un drama histórico y él es el patrocinador.
Ella sonrió mientras le hacía la primera pregunta que le vino a la mente.
―Estás pensando en que yo sea la guionista, ¿verdad? Si no fuera así, no me habrías dicho para qué estaba aquí.
Guillermo sonrió a su vez.
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