Renacer de un Corazón Roto romance Capítulo 1

—Astrid Soto, necesito tu corazón para que Salomé pueda seguir viviendo.

Cuatro años de amor, y fue hasta que Astrid se encontró atada de pies y manos a la mesa quirúrgica en el sótano, que por fin vio la verdadera cara de su novio, Elías Martínez.

La había cortejado, la había cuidado, se le había declarado a lo grande… Todo, sólo para conseguir su corazón y dárselo a su amiga de la infancia, Salomé Quijano.

—¿Me odias?

Elías le limpió las lágrimas del rostro, y soltó una risa burlona:

—Si quieres buscar culpables, échale la culpa a tu papá que nunca te quiso, a tu mamá que se desentendió de ti, y a tu propia ingenuidad al romper con la familia Soto.

—Eres como un perrito faldero, Astrid. Con que te lancen una migaja, ya te quedas feliz por mucho tiempo.

—Por lo menos tu muerte servirá para que Salomé siga viva. No cualquiera puede presumir eso.

En ese momento, una mujer frágil con bata de hospital se acercó a Elías. A pesar de su apariencia de inocencia, no disimuló su sonrisa mientras se dirigía a Astrid:

—Astrid, de verdad te agradezco por cuidar tan bien de tu corazón para mí. Nos haces un gran favor. Eli y yo siempre te estaremos agradecidos.

—Salomé, no pierdas el tiempo hablándole de más —dijo Elías, bajando la cabeza para besar la frente de Salomé. Su voz cambió, ahora dulce y reconfortante—: Anda, ve a recostarte. Cuando despiertes, tu nueva vida te estará esperando.

Astrid los vio besarse descaradamente frente a ella. Una punzada de impotencia le desgarró el pecho mientras las lágrimas caían sin control. Sus párpados se volvieron pesados… y la oscuridad la envolvió.

Su alma se negó a descansar.

...

Al día siguiente, una noticia sacudió a todos los internautas:

[Ayer, un helicóptero se desplomó en el Valle de las Gardenias. El piloto y una pasajera de apellido Soto perdieron la vida. Se confirmó que la pasajera era la prometida del CEO del Grupo Martínez, Elías Martínez: Astrid Soto…]

Junto a la noticia, había una foto tomada a escondidas.

En la imagen, Elías aparecía de rodillas, abrazado a los restos calcinados de su prometida en el lugar del accidente, llorando desconsolado.

La foto fue elegida como la imagen más desgarradora del año.

A partir de entonces, Elías se entregó al trabajo, rechazando a toda mujer que se le acercara.

Por toda la ciudad, la gente lo alababa por ser un hombre fiel y entregado.

Todos creyeron que la muerte de Astrid fue un accidente. Todos… menos Gabriel Soto, el hermano menor de Astrid y el médico más joven y brillante de la región, quien sospechó que había algo muy extraño en la muerte de su hermana.

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