Entrar Via

Renacida de las Llamas: El Adiós de Alina Portillo romance Capítulo 4

En su momento, eligió la familia y renunció a la oportunidad de unirse al Instituto de Investigación Ventura Genial, traicionando a su mentor, Joaquín.

Ahora que quería volver a Ventura Genial, necesitaba obtener el perdón de Joaquín.-

Alina se detuvo en la entrada del instituto, contemplando el edificio familiar y a la gente que entraba y salía.

Se sentía como si estuviera en un sueño.

Habían pasado siete años, y el personal de seguridad en la entrada del instituto había cambiado incontables veces.

Ahora, en la puerta, había un guardia al que no reconocía.

El guardia, cumpliendo con su deber, detuvo a Alina. —Disculpe, señora, no puede entrar al instituto sin una cita.

Alina no le causó problemas al guardia. Sacó su celular con la intención de contactar a algún antiguo compañero para ver si podía conseguir el número de Joaquín.

En aquel entonces, después de que ella abandonara el equipo de Joaquín, él la bloqueó de todos sus contactos.

Durante todos estos años, no había logrado comunicarse con él.

—Vaya, vaya, ¿no es nuestra gran defensora del amor, Alina, la que abandonó sus estudios por casarse?

Una voz burlona resonó a su lado. Alina levantó la vista y vio a Sandra, del brazo de Josefina, caminando hacia ella.

En el pasado, como Joaquín mostraba preferencia por Alina, Sandra nunca estuvo de acuerdo y tuvieron algunos roces.

Después, cuando ella se retiró del equipo de Joaquín, Sandra, en cambio, se mantuvo firme y perseveró.

Se decía que con los años se había convertido en un miembro clave del equipo de Joaquín.

Lo que Alina no esperaba era encontrar a Josefina también allí.

Aunque, pensándolo bien, era lógico. Josefina era una estudiante destacada en inteligencia artificial, y el equipo de Joaquín era el más prestigioso del país en ese campo; era natural que la invitaran a unirse.

Alina saludó a Sandra por iniciativa propia. —Sandra.

Sandra seguía del brazo de Josefina, quien le sonrió a Alina con amabilidad, como si no se conocieran.

—¿Qué haces aquí? ¿Acaso pretendes entrar a ver al profesor?

—No creerás que después de tantos años el profesor todavía se acuerda de ti, ¿o sí?

Sabiendo que no le caía bien a Sandra, Alina se dio la vuelta para marcharse.

Pero escuchó a Sandra llamarla desde atrás: —Alina, si de verdad quieres entrar, ve a recogerme a alguien al aeropuerto.

El anciano, delgado y de aspecto frágil, no respondió de inmediato, haciendo imposible descifrar su estado de ánimo.

César continuó: —Si ella pudiera volver para participar en el Proyecto Gaviota, tal vez nosotros…

El Proyecto Gaviota era una iniciativa de Ventura Genial para desarrollar un sistema inteligente de mando y decisión, pero se habían topado con dificultades en el algoritmo y el avance era lento.

—¿Tal vez qué?

Joaquín apartó la vista, interrumpiendo a César con un tono de voz algo elevado.

—Incluso si su regreso nos ayudara a superar este obstáculo, ¿qué haríamos con el proyecto la próxima vez que decida irse a casa para casarse y tener hijos?

—Si tienes tiempo para meterte en estos asuntos, mejor dedícalo a investigar un poco más.

Dicho esto, Joaquín se dio la vuelta y salió de la oficina.

César, que se quedó solo, se rascó la cabeza. Vio el termo que Joaquín llevaba en la mano y frunció los labios.

De boca para afuera, no paraba de quejarse de Alina, pero el termo que ella le regaló, ese viejito lo había usado durante siete años, y ni siquiera con la pintura desconchada se había atrevido a cambiarlo.

Ay, el carácter de ese viejito era cada vez más difícil de entender.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Renacida de las Llamas: El Adiós de Alina Portillo