El bosque se esparcia a mi alrededor como aire fresco, la brisa acariciaba mi rostro de manera fina y especial.
Vislumbre una silueta detrás de un árbol y algo en mi interior se estremeció, tenía miedo mucho miedo.
—no tienes buenos sueños últimamente, por lo que veo —su voz me era familiar.
—déjame sola —apenas y podía articular una palabra, sentía como casa poro de mi piel se erizaba.
—Alek viene pronto y... Debes controlarte —salio de las sombras y descubrió su rostro dejandome admirarlo, su cabello caía de manera perfecta en su frente, aún en la oscuridad se podía ver los reflejos rojizos de su cabello y sus ojos color marrón me miraban con detenimiento.
—Amelie, por favor controlate —suplico.
—¿que? —negué con la cabeza no podía entenderlo.
—solo Alek y tu son de linaje real —y después se desvaneció.
Corrí para querer alcanzarlo pero simplemente desapareció.
—¡Espera! ¡No te vaya! —grite.
Pero fue inútil, el se había ido y yo solo me quedé estática, ¿que había sido eso?
Me levante de golpe con la respiración entre cortado pensando en que había sido aquel sueño, ¿había sido real? ¿La advertencia?
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