Empecé a quitarme la ropa, soy una mujer de palabras, el piloto estaba en el baño, así que mientras el no estaba me escondí debajo de las sábanas, escuché como se abría la puerta del baño, sentí su mano tocando mi cuerpo encima de la sábana, lentamente comenzó a desplazar la sábana para encontrarse con mi cuerpo desnudo, dispuesta a complacer sus placeres, el empezó a quitarse la camisa, seguido fue el pantalón con su boxer, en ese momento me encontré con la mayor descepción, no era mini, pero podría decir que medía unos 12 cm.
Un golpe en la puerta nos interrumpe.
— ¿Quien es? — pregunté.
—Soy Jennifer ¿Puede abrir un momento?
—Dame un segundo.
Me levanté de la cama y me puse una toalla para taparme, el hizo lo mismo.
— ¿Que sucede?
—Tendré que pedirle se retiren de la habitación, como le dije antes, es una habitación reservada y me han dado instrucciones que el inquilino viene en camino, si gusta puedo buscarle otra habitación
Mi objetivo ya lo alcancé, pero no podía quedar en evidencia.
—Llevamos apenas una hora creo y ya nos están corriendo, sabes que, nos vamos, al final es un pésimo servicio el que nos están dando, solo nos vestimos y nos vamos.
—No es necesario que se retiren.
—Es que no vaya ser que luego nos diga que otro cliente desea la habitación que nos dé, Cariño nos vamos de aquí, vístete ya.
Cerré la puerta.
— ¿Pero porque esa actitud?
—Tu solo vístete, te explico cuando salgamos.
A los 5 minutos estábamos vestidos, el agarro la maleta con el dinero.
—Aqui están tus llaves.
Salimos del hotel y agarramos un taxi, pero antes de arrancar se estaciona otro taxi, de el venía bajando Alison.
—Maldita traidora — pensé en vos alta.
— ¿Que sucede? — pregunto el piloto.
—No, nada solo vayamos al hotel.
Cuando estuvimos en el hotel lo primero que pasó fue un interrogatorio.
— ¿Que fue lo que pasó ahí? — pregunto Stefany el piloto.
— ¿De qué habla? — pregunto Alicia.
—Parece que alguien dió aviso de mi llegada, porque solo estuvimos una hora ahí y luego nos llegaron a pedir la habitación, pero adivina a quién ví cuando nos íbamos.
— ¿A quien?
—A Alison, solo espero que no cometa ninguna tontería.
—Pero no me han dado ninguna explicación — reclamó el piloto.
—Como te dije antes, mi nombre aquí es valioso, por mi culpa está ciudad fue un caos hace unos meses, pero me habían dejado este dinero en ese hotel, por eso necesitaba exactamente esa habitación, aunque ahora lo mejor es irnos de aquí lo más pronto — le expliqué.
—En eso estoy de acuerdo — dijo Alicia
—Hay un detalle, yo no puedo volar ya, después de cada vuelo debo de descansar, además que el itinerario dice que saldríamos mañana — dijo el piloto.
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