Se me ocurrió una idea.
—Permítanme un momento.
Fui a la ha habitación, busque algo para taparle los ojos.
—Como no me puedo decidir por quién comenzar, les pondré esto en sus ojos, así no sabrán que es lo que le estoy haciendo al otro.
Los chicos se asintieron con la cabeza y les puse la venda, le hice señas a la chica que entrará.
—Llévate a tu víctima a ese sillón y yo a Juan en ese ¿Eres virgen?
—No, he estado con un par de chicos.
—No hables del todo.
Confirma con la cabeza.
—Cuidado se quitan la venda.
Tal como acordamos yo agarré a Juan y lo llevé hacia el sillón, ella tomo a Fernando del brazo, lo sentó y empezó a darle una mamada, seguido hice lo mismo, ambos chicos se retenían los gemidos, era mejor así de esa manera no sabrán que el otro también está disfrutando.
Me acerque al oído de Juan.
—Dime Juan ¿Eres virgen?
—Si
—Hoy dejaras de serlo.
Le di la espalda y me senté sobre su verga, está entró con facilidad en mi, me empecé a mover me lentamente, aunque quería ver si expresión, pero no podía, la otra chica estaba metiéndose el pene de Fernando.
—Permíteme un momento ya regreso por ti— le dije a Juan en el oído.
Me acerque a la chica, estaba disfrutando como la cogía Fernando.
—Dime ¿Te molestaría que tú hermano te vea cogiendo?
La chica se quedó pensando un momento y luego desvío su mirada hasta donde estaba Juan, su mirada fue directamente a su pene.
—No me importa que me vea, lo único que quiero es disfrutar.
Me gustó esa respuesta.
— ¿Te gustaría ser cogida por tu hermano?
—Ya te dije no me importa que pase, es más ya que estamos aquí, me gustaría que me partan los dos a la misma vez.
—Perfecto.
Regrese a dónde estaba Juan, me senté frente a el, a como pude me acomodé en el sillón, cuando estaba lista, lo besé y luego le quite la venda en sus ojos, no dejé que viera detrás de mi.
—Dime Juan ¿te gusta sentir mi coño? ¿te gusta estar dentro de mi?
—Si — respondía el.
—Te tengo una sorpresa.
En eso me hago a un lado y el abre sus ojos al ver cómo su hermana era penetrada por su amigó.
—Fernando ¿Que haces?
En eso Fernando se detiene y se quita el vendaje, al ver que no era yo se despega de la chica.
—A ver chicos lo hemos pasado bien, esto no tiene porqué detenerse, podemos pasarla mejor si ustedes lo desean, además, no saben si será la única orgía que participen.
La chica no cambio de posición y seguía de perrito, Fernando quién estaba cerca de ella no aguanto la tentación al ver el culo y el coño de la chica a su disposición, la agarro de la cintura y se acomodó para penetrarla nuevamente.
—Ahora es tu turno Juan, te quedarás a media o disfrutaras de una hembra, o quizás a dos.
— ¿Cómo?
—Si decides continúar, puede que te folles a tu hermana, claro si lo deseas.
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