Llevaba ya 5 meses de embarazo, Juan solo de aparecía a dejar cosas para el bebé, no le negaba el gesto al final era su hijo, en cambio yo seguía pensando la manera de tomar mi venganza, aún tenía suficiente efectivo, le pedí a Alicia que buscará una casa, pero que la dejará a su nombre, quería tener algo por si me tocaba salir rápido de éste sitio, los achaques aumento en este periodo, tenía mi ultrasonido para ver el sexo del bebé, llamé a Juan por si quisiera estar ahí.
—Hola Juan, quería decirte que hoy por la tarde tengo el ultrasonido para determinar el sexo del bebé ¿Quieres estar presente?
—Claro que quiero estar presente, dime dónde es.
—Te enviaré la dirección a tu teléfono, la cita es a las 3 de la tarde.
—Gracias por permitirme está presente.
—Al final eres su padre y no te puedo negar ese derecho.
Alicia no estaría conmigo, porque tenía visita con la de bienes raíces, por eso fue que invite a Juan, no quería ir sola realmente, al llegar al sitio el ya me estaba esperando.
—Hola Lucy, milagro andas sóla.
—Alicia tenía que hacer unas gestiones, además quería que tú estuvieras y solo permiten un acompañante.
—Aqui estoy, no te he fallado.
Entramos y ya nos estaban esperando, entramos directamente, a los minutos llega la radióloga.
—Buenos días Señora Lucy ¿Nerviosa?
—Un poco realmente, solo quiero que mi bebé este bien.
Ella comenzó el procedimiento, pudimos ver a nuestro niño, era el ultrasonido estándar así que solo podíamos ver la silueta.
—El bebé tiene buen peso y tamaño, todo se encuentra en orden.
— ¿Que sexo es? — pregunta Juan.
—Ya veremos eso también dependerá si el bebé se deja.
Después de luchar un poco, pudo localizar las partes.
—Indiscutiblemente les puedo decir que es...
Ella hizo una pequeña pausa.
— ...Una linda niña.
Al escuchar eso me puse afligida, yo no permitiría que le pasó algo malo a ella, pero está ciudad no es adecuada para que una niña crezca, me he dado cuenta que la corporación tiene tantos conectes que no les importa quien sea, ello solo esclavizan a cualquier adolescentes.
—Que alegré tendremos una niña, ya quiero verla — dijo Juan
—Yo también ya quiero ver a mi princesa.
—Bueno, por el momento eso es todo, en la recepción le entregaran los resultados del ultrasonido — dijo la radióloga
Pase trayendo los resultados, esos tendría que llevarlo a mi ginecóloga en tres días, al salir Juan se ofreció en llevarme.
— ¿Quieres que te llevé a casa?
—No, estoy bien así, iré al centro comercial, necesito comprar más ropa, está ya no me está quedando.
—Te puedo acompañar si gustas.
—Gracias por tu ofrecimiento, pero me veré con Alicia así que tú tranquilo, puedes regresar a tu vida.
—Pero que te pasa.
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