— Hola Wesito ¿cómo va todo con Robbie, en el apartamento? ¿Se divirtió anoche? ¿Durmió bien?
— Sí, aunque al parecer no tan bien como tú —insinuó al escuchar su buen humor
— Solo me entusiasma la navidad Nic, compró muchos regalos para Robbie, es tan lindo
— Oh rayos, eso será toda una sorpresa para Robbie
— No puedo esperar a ver su carita —suspiró con ilusión—. Bueno dime cómo fue todo anoche
— Ambos están en perfectas condiciones, ya pasó el susto, la peluda está sanita
— Me alegra que no le haya hecho daño, mi peludita estaba tan asustada que me rompía el corazón sentir cómo temblaba
— Alexa, le hizo un chequeo completo, por suerte anoche estaba de guardia así que nos permitió husmear y saludar a las mascotas que se encontraban internas, Robbie, estaba fascinado, puso en aprietos a un par de pasantes con sus preguntas, es bastante estricto con los procesos y eso que los leía en el momento
— Me dijo que le gustaría ser veterinario, me gusta para él, aunque creo que doloroso, ya sabes con los casos sin “futuro”, me muero
— Lo sé, llorona
— Sensible ¡no seas malo!
— Bueno dos cosas primero no podremos ir a visitarte, la mamá de Robbie, apareció con ganas de ser mamá y te llevo a Muff, en unas horas, la otra es que tu auto esta frente al portal con todas tus cosas dentro, tientas a tu suerte de milagro no lo abrieron por la noche
— ¡Ay mierda, lo olvidé!
— Dani —negó con diversión. Su amiga estaba distraída por su novio
— Lo sé, es que…, mi cabeza está en otro lado
— Espero que en una demanda a esa desquiciada porque si no lo haces yo mismo me encargo, el despecho es mucho peor que una enfermedad mental
— Es navidad, prometo que en cuanto pase lo hablo con Nic
— Bien, y ya no puedes salir sola, me llamas
— Te adoro Wesito, ven pronto a hacerme compañía
— Lo prometo preciosa
— Quédate a cenar, iré a una fiesta de nochebuena de ricachones Theo, me traerá un vestido
— Vaya, suena elegante ¿estarás mucho tiempo con el diseñador?
— Eso espero ¿qué pasa, sucedió algo con Theo? —preguntó notando algo raro a su amigo
— Las cosas están algo extrañas desde que accedí a ir por esa copa con él, como me sugeriste
— Bueno Theo, llega a las 4pm, ven antes y me lo cuentas todo ¡no puedo creer que no me lo hayas dicho!
— Voy a almorzar mientras acabo unos asuntos y luego me voy para allá
— Te quiero Wesito
— Y yo a ti lloroncita
Sin tiempo para especular sobre sus amigos y esa “cita” volvió a su llamada con Lina, preparaban un evento importante y debía ponerse en marcha lo antes posible. A las 2 de la tarde Patricia, llegó a buscarla el almuerzo estaba listo así que dejó a Lina, y se fue a la mesa. Tal y como lo prometió Nic, comió con ella, seguían sobre la nube 9, con caricias y siendo melosos
— Quiero hablarte de algo
— ¿Me vas a contar sobre la fiesta?
— No, quiero hablar sobre este asunto con Jim
— ¿Qué pasa con tu amigo?
— No me gusta la tensión entre ustedes, sé que no actuó bien pero ya es pasado y ambos son parte de mi vida
— Nic, no te voy a pedir que dejes de ser su amigo o algo parecido solo siento este…, resentimiento, creyó que me conocía y…, no voy a malgastar energías odiando a alguien, puedo ser civilizada
— Sé que puedes, me gustaría que lo perdonaras
— Tal vez algún día, lo prometo
— Bien —asintió no muy convencido
— Puedes invitarlo a casa cuando se te dé la gana, no me mires así
— Necesito que firmes unos documentos, necesito hacer unos trámites con el abogado
— Claro ¿de qué se trata?
— Vanessa, son declaraciones, ya están redactadas no necesitas leer nada, no quiero provocarte un mal rato
— Quiero saber más sobre eso
— A su tiempo solo estamos iniciando el papeleo, no quiero que nada malo te pase
— ¡Ayy! —exclamó levantándose de la silla—. Enseguida regreso
Antes que Nicholas, tuviera tiempo de reaccionar salió disparada a la cocina para buscar a Patricia, había olvidado otra vez su auto así que le pidió que enviara a Glenn, a buscarlo antes que de verdad lo desmantelaran, su barrio no era de los mejores
Al regresar a la mesa Nic, tenía unos documentos extendidos y la pluma lista para que los firmara así que se acercó y firmó todo lo que le pidió haciendo a un lado el papeleo para sentarse en su regazo.
— Ya basta de suspenso ¿qué harás con Kobayashi?
— No vamos a atarlo a una silla o algo parecido, será solo una “encerrona legal” llevaremos a los abogados, tuvimos que montar varias demandas por fraude, estafa, robo, todo con lo que podamos asustarlo
— Pero que gana Kobayashi, si accede a sus demandas, ese hombre no va a ceder tan fácilmente, me dijiste que se declaró en banca rota
— Lo han estado investigando, no es primera vez que juega sucio y nos hemos contactado con sus “victimas”, si no conseguimos nada al menos podremos hacerlo público y arruinar sus negocios para que no le robe a nadie más
— ¿Estás dispuesto a hacer público el problema? ¿Qué dice tu publicista, no le traerá problemas al hotel?
— Es un riesgo que estoy dispuesto a correr
— ¿Por qué? —quiso saber preocupada—. Sé que se lleva una gran tajada sin haber puesto un maldito billete pero es un riesgo muy alto
— Por ti
— ¿Qué? No te estoy entendiendo
— Te prometí solucionar toda mi mierda y eso hago, no quiero dramas ni problemas que me mantengan lejos de mi familia, quiero pasar todo el tiempo posible contigo y el bebé
— Nic —gimoteó conmovida—. No lo hagas por mí, este proyecto te ha costado muchos sacrificios y uno de esos incluye la compañía de tu abuelo, la zorra de Frida, años de problemas…
— Tú…, me costó nuestra relación y ahora prefiero perderlo todo que a ti, sé que juntos podemos salir adelante, tú me vas a ayudar, lo sé
— Por supuesto que te voy a ayudar en todo, todo
— Debemos correr el riesgo Dani
— De acuerdo, confío en ti
Preocupada por lo que pudiese ocurrir esa noche lo abrazó, le rodeó el cuello y se aferró a él.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Sí Señor (Porque Yo lo digo 2)