Sí Señor (Porque Yo lo digo 2) romance Capítulo 148

— Entonces, tu panza ya no puede crecer más ¿estás lista para ser mamá?

— Claro que no, pero confío en Nic

— ¿Nic, tiene madera de papá que cambia pañales y todo eso? —pregunta con sorpresa

— Es un hombre muy cariñoso y se la pasa leyendo sobre la paternidad

— Te sientes segura

— Por supuesto, confío en Nic, a ojos cerrados

— ¿Y tienes miedo?

— Al dolor, sí y mucho, no duermo pensando en eso, esa aguja en la columna o las contracciones

— Ver esos programas tampoco ayuda, confía en Lee, que no te dejará sufrir

— Lo sé, Lee, es mi ángel de la guarda, sin su ayuda estoy segura que seguiría aterrada…, y la depresión

— Solo necesitabas confiar en tu esposo y tus amigos, estamos para ti y las sirenitas siempre que lo necesites, no lo dudes

— Ahora más que nunca la necesito y…, no está

— No es cierto, Jaz, siempre está presente, solo debes recordarla, vamos tú y Aaron tienen muy buenos recuerdos con la tía Jaz, pueden hablarle a las niñas de ella

— Ella nos cocinaba cosas tan deliciosas que luego ni siquiera éramos capaces de hablar

— Que envidia me da, dicen que su lasaña era legendaria

— Si —ríe—. Lo era —suspira melancólica—. Bien ahora vamos a dejar los recuerdos, quiero saber cosas, háblame de ti, de Theo, de su romance sexy

— ¿Tan pronto quieres pasar a los detalles sucios? ¿Extrañas el sexo?

— No, mi esposo es exquisito en el sexo oral, no envidio a nadie

— ¡Danielle! Eres una mujer embarazada, no quiero saber que tienes sexo con mis sobrinitas presente —finge una mueca de asco

— ¡Ay no seas niñita! Vamos ¿hay mucho manoseo? —insiste con una sonrisa

— No mente sucia, tenemos sexo, como personas normales, le gusta tomárselo con calma aunque sus antecedentes digan lo contrario

— ¿Ya han tenido sexo borracho? Es lo único que extraño, tanto placer eufórico que a la mañana siguiente te duelen hasta las uñas de los pies

— No, aún no, no quiero ir tan rápido, Theo, está componiendo su carrera y yo asesorando unos increíbles salones y lidiando con mi papá, ese hombre es tan exasperante, ahora que tengo mis cosas de regreso estoy haciendo el papeleo para que no vuelva a meterse, Nic, cumplió su promesa y he recibido ofertas de trabajo como avalancha, varias porque cortaron relación con mi papá y eso lo está volviendo loco, no sé qué hizo tu esposo pero hay gente que solo quiere trabajar conmigo y se siente bien, es reconfortante

— ¿El monstruo te fastidia mucho? Dímelo y yo misma voy a patearle ese culo flácido y homofóbico

— Sé que lo harías hermosa —le agradece besando su cien—. “Papá” quiere que corte nuestro vínculo ahora que tengo una relación pública con un hombre, no desea que me relacionen con su perfecta familia de mierda

— Hijo de…--

— Shhhh, no, no frente a las niñas, sabes ya no me afecta, no después de lo que me hizo, después de toda una vida de limitaciones, de burlas de mi propia familia, que hagan lo que quieran, si no me quieren volver a ver, bien por mí, con mi mejor amiga, soy muy feliz

— Yo también soy feliz contigo —sonríe emocionada

— Adoro esa sonrisa en tu rostro, brillas

— Nicholas —suspira

— Ustedes son algo especial

— Me encanta como sonríe, su rostro se ilumina como en una película romántica y saber que solo lo hace para mí me produce mariposas

— Enamorada, te tiene embrujada

— Sí, lo hace, ahora dime tu debilidad, Theo, es muy intenso ¿qué te vuelve loco?

— Veamos..., está siempre yendo de un lado a otro, con tantas cosas, dando órdenes, revisando sus cosas, respondiendo llamadas y en medio de ese caos él, levanta la mirada, me observa fijamente con esa seria expresión y solo me guiña, es como si el tiempo a nuestro alrededor fuera solo ruido todo a cámara lenta ¿me entiendes?

— Absolutamente, me gusta que esté pendiente de ti en medio de su locura, trabaja de noche ¿te ha despertado de madrugada?

— Si, no a propósito pero lo he descubierto con su ipad muchas veces, me calma verlo trabajar, después de lo que intentó hacer esa mujer al acusarlo me daba algo de miedo que no lo superara

— Eso lo has hecho tú, dejaste de lado los prejuicios, el miedo y te paraste a su lado, estoy tan orgullosa de ti Wesito, solo quiero que seas feliz

— Tú me haces feliz con esa sonrisa y esa chispa contagiosa

— Eres mi familia y te amo Wes, no quiero que te alejes nunca de nosotros

— Yo también te amo Dani, y lo prometo, en honor a Jazmín yo voy a ser tu hermano y el tío que consiente a esas pequeñas sirenitas, no aguanto las ganas de conocerlas

— Hermanos, suena..., yo sí quiero..., me alegra tanto haberte conocido

— Ni que lo digas, plantaste a Nicholas, esa noche, pero conocí a la mujer de mi vida, mi otra mitad

— Nos estamos poniendo cursi "hermanito"

— Eres una cursi y lloroncita hermana

— Ya cállate y abrázame

Emocionada Dani, lo abrazó con fuerza sintiéndose tan agradecida de tenerlo en su vida, más ahora que nunca, con dos bebés a punto de llegar necesitará toda la ayuda posible.

— Si fueras otra persona ya estarías muerto

La voz de Nicholas, desde la entrada los sobresaltó haciendo que rompieran el abrazo para poder verlo. Estaba calmado para haber encontrado a su esposa abrazada a otro hombre en su cama

— Que suerte la mía entonces —le sonríe con tranquilidad—. Solo estamos siendo cursis y poniéndonos al día con los abrazos —explica Wes, sonriendo a la figura relajada de Nicholas

— Hablo en serio Danielle, tu hermano, sí, tus amigos no en mi cama, ni con mi esposa, por supuesto

— Ya no seas celoso, solo mi Wesito, lo prometo

— Bien —asintió acercándose a la cama

Si fueras otra persona ya estarías muerto 1

Si fueras otra persona ya estarías muerto 2

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