Sí Señor (Porque Yo lo digo 2) romance Capítulo 71

— Sabes... —comenzó a decir recordando—. Cuando comenzaron las clases fue increíble, ya sabes los profesores, compañeros y todo eso —suspiró con ilusión

— Eres de las pocas ñoñas a las que le encanta estudiar

— Eso no es lindo, no digas cosas pesadas frente a tu bebé

— ¿Algún profesor sensual? —preguntó ignorando su comentario

— Si, varios pero no todos me dan clases así que no podrás ir a mirarlos, conozco esa expresión Mikaela

— Bueno y Niki, está tranquilo con su prometida rodeada de hombres mirones y con un solo objetivo en mente ¿lo está?

— La primera semana me encantaba que me llevara hasta la cafetería, bebíamos un café y se despedía

— Que romántico

— No te burles —protesta

— ¡Lo dije en serio! Mal pensada

— Oops, perdón señora Mikaela, últimamente ya no eres dulce y cariñosa

— Dime más y no, ya no lo soy

— Me dejaba en la universidad y me recogía, hasta que me di cuenta que lo hacía para que no me fuera con mis compañeros, lo pillé discutiendo con un profesor y casi me muero, usó su cara amenazante y su altura para señalarlo con el dedo y prohibirle acercarse a mí, está loco o eso creía, le prohibí ir a buscarme por el bien de ambos, para no discutir por celos

— ¿Cuál fue el trato?

— Estás muy segura que hubo uno —fingió que no lo había, pero la sonrisa casi la delata

— ¡Lo hay! Ya no me hagas sufrir Dani ¿qué le propusiste a cambio de libertad?

— Sexo en la ducha antes de ir a la cama

— Demonios, ya quiero que esta pulga regordeta nazca para recuperar el tiempo perdido ¡tengo envidia!

— Pobre Leo, estas desesperada

— Cierra la boca, todo lo que hacen tú y el guapo es fornicar como animales

— Lenguaje Mika —vuelve a regañarla

— Espera a que nazca para regañarme por eso, necesito maldecir es mi última oportunidad

— Espero que seas suuper cariñosa, esta Mika, malhablada se está pareciendo a su abuela

— ¡Que insulto! Mi abuela es una grosera —se quejó cruzándose de brazos

— Es ruda y divertida —comenta Danielle, recordando a la señora

— No, no lo es, contigo es linda, a mí me trataba como a un niño

— Es que de niña eras taaan llorona, te miraban con el ceño fruncido y ya llorabas a mares desconsoladamente

— Solo era sensible —se queja como niña pequeña

— Bueno, ya tengo los vestidos —anunció para acabar con el tema o lo discutirían eternamente y sabía que solo acabaría con incontables recuerdos de infancia que involucraban a su abuela poco común y muy joven

— Espera, aun no me dices cómo lo haces para ir a la biblioteca o estudiar, hacer trabajos y esas cosas porque ya dejaste claro que Niki, es un celoso de primera

— ¡Dios! Tengo que decirle a Leo que te saque a pasear, qué chismosa

— Escoge un vestido más y respóndeme, quiero saber todo lo que haces después de clases

— Tengo trabajo después de clases, ocasionalmente sexo pero eso lo dejo para la noche y las mañanas y entre cases, el resto del día soy una estudiante promedio que trabaja y ya

— ¿Cómo lo toma el señor Allen?

— Solo han sido un par de veces, llevo solo 2 meses de clases pero tengo que llevarlos a la casa o al hotel —explica mirándola a los ojos—. Pero vamos a la biblioteca como la gente común, no siempre veo a Nic, después de clases es por eso que me “visita durante la mañana” o al mediodía

— Vamos Dani, cuéntame algo jugoso

— Tuvimos la primera pelea —suspira, no se lo había dicho a nadie—. El idiota me compró un auto cuando me robaron el celular en el bus, solo fue una estúpida drogadicta que me empujó y se llevó mi bolso, por suerte solo llevaba cuadernos, pero la perra se quedó con mi pluma favorita

— ¡Oye, no me contaste eso! ¿A qué hora pasó? ¿Dónde andabas?

Con una media sonrisa Danielle, tomó asiento en la poltrona cerca del armario de su amiga y la observó con nostalgia, su vena maternal había finalmente aparecido, la extrañó, aunque en el pasado solo bromeaban cuando Mika, se mostraba protectora y maternal. Ahora la sensación junto con verla sentada en la cama acariciándose la panza le produjo un cálido escalofrío.

— Era tarde, iba de regreso del trabajo después de un largo día, me estaba quedando dormida en mi asiento y no me di cuenta que me miraba, un chico me lo dijo después que todo sucedió, la loca me estuvo siguiendo desde que subí al bus

— Te mato ¿qué hora era? No puedes andar sola en la calle y en autobús

Después de clases 1

Después de clases 2

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