Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 156

—Hace varias generaciones que en nuestra escuela no hemos tenido un primer lugar a nivel ciudad. ¿Quién será esta vez?

El profesor creó un ambiente de suspense: —¿Qué tal si ahora adivinamos quién es el primer lugar de nuestra clase?

María habló primero: —Debe ser el representante de nuestra clase, el mejor de todos.

—Sí, si es el primero, no puede ser otro que el representante de la clase, sus calificaciones siempre han estado entre las tres mejores de todo el año, seguro que es él.

En ese momento, el representante de la clase se levantó y dijo: —No soy yo.

—¿Cómo que no? Si no es él, ¿quién más podría ser el primero? ¿Acaso el segundo?

El profesor, viendo que los reporteros ya estaban presentes, anunció de inmediato: —Es la estudiante Alicia.

En ese momento, el aula quedó en un absoluto silencio.

Laura fue la primera en gritar: —¡¿Es en serio que eres tú, ídola?! ¡¿Eres la primera de toda la ciudad?! ¡Dios, eres increíble!

El resto de los estudiantes estaban completamente sorprendidos.

Habían pensado en muchas personas, pero nadie imaginó que la primera sería Alicia.

María, al escuchar la noticia, se quedó completamente paralizada. ¿Cómo era posible? Alicia, ¡la primera de toda la ciudad!

Para María, esta noticia fue más dolorosa que cualquier golpe.

Laura miró a María y le dijo a Carmen: —¡Ja! ¿Quiénes eran esos que hace un momento se creían tan superiores y nos decían que si no nos iba bien, podían acompañarnos a repetir el año? ¿De dónde sacaban tanta confianza para decir que acompañarían a nuestra primera de la ciudad a repetir el curso?

—¡Laura, basta ya! ¡Me muero de risa! Esto es lo más gracioso que he escuchado en mi vida.

—Es verdad, una persona con malas calificaciones intentando consolar a la primera de la ciudad, diciendo que la acompañaría a repetir el año. ¡No sé de dónde sacó tanto valor!

El director era un hombre mayor y amable, quien, al mirar a Alicia, mostró una expresión de satisfacción: —No imaginaba que te fuera a ir tan bien esta vez.

Alicia sonrió al ver al director: —Gracias por el set de material escolar que me diste.

Si no hubiera sido por el director, que me envió un buen set de útiles.

Sus calificaciones en lengua habrían sido afectadas.

Esos útiles defectuosos no eran legibles y hasta podían manchar el papel, lo que probablemente habría reducido su puntuación.

—Solo seguí las normas, pero fue tu esfuerzo el que te permitió llegar al primer lugar.

El reportero se acercó y puso el micrófono frente a Alicia: —Alicia, en los últimos meses tus calificaciones mejoraron drásticamente, alcanzando el primer lugar de toda la ciudad. Seguro que has contado con el apoyo y la ayuda de muchas personas. ¿A quién te gustaría agradecer más?