Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 169

Cuando Alicia regresó al apartamento, se sentía algo distraída.

Sabía que este asunto tenía que haber sido obra de María.

Pero esas tácticas repulsivas realmente le daban asco.

Tras pensarlo un momento, finalmente marcó el número de la denuncia: —Quiero denunciar a alguien por hacer trampa en el examen.

Decidió devolver el golpe con el mismo método con el que la atacaron.

Aunque Alicia no estaba completamente segura de si María había hecho trampa, considerando los hábitos de María en los exámenes, tal vez realmente había hecho algo en el examen de admisión.

De todos modos, también quería castigar a María.

Cuando Alicia salió a comprar algo, vio un auto conocido estacionado al lado de la calle.

Aceleró el paso y fingió no verlo.

—Alicia.

Raúl corrió apresuradamente hacia ella: —Vengo a traerte una noticia.

Alicia esbozó una sonrisa irónica: —Esa frase me parece graciosa. Nunca he dicho que necesite que hagas eso.

—Vicente está bastante enfermo esta vez, no puede ocuparse de los asuntos de la empresa, así que Jorge ya sabe sobre esto. También se enteró de que obtuviste el primer lugar en la ciudad en el examen.

—¿Y qué?

—Jorge regresa en el avión de esta noche, ya conoces su carácter. Te sugiero que vuelvas a casa primero, y cuando Jorge se haya ido, puedes mudarte de nuevo. Tanto Vicente como yo mantendremos el secreto por ti.

Ahora Raúl entendía que Alicia se había mudado de la casa García porque estaba herida.

Y quería compensarlo poco a poco.

Alicia no esperaba que Jorge regresara tan pronto.

Sin embargo, después del examen, Jorge siempre regresaba, así había sido en la vida anterior también.

Tarde o temprano tendría que enfrentarse a ello.

Alicia, con expresión fría, dijo: —No hace falta.

—Alicia, no hace falta que te enfrentes a Jorge, no tiene sentido, solo serás tú la que sufra. Tal vez incluso arrastres al médico escolar, ya sabes cómo es Jorge, es capaz de hacer cualquier cosa.

El ánimo de Alicia se volvió más agitado: —Yo sé cómo manejarlo, no necesito que te metas.

—Sí.

Roberto se quitó la chaqueta del traje, se aflojó la corbata y desabrochó algunos botones.

Alicia corrió a por un vaso de agua, y puso primero un vaso de agua de limón al lado de la cama de Valentín.

Después, corrió hacia Roberto y le dejó otro vaso de agua de limón.

La mirada de Roberto se posó en sus manos delicadas, y su garganta se movió ligeramente: —¿Qué pasa?

Pensó que tal vez tenía algo que ver con la denuncia de María sobre sus calificaciones.

Alicia lo miró: —Quiero buscar un lugar para vivir, ya no quiero quedarme aquí.

Roberto levantó una ceja, su mirada se fijó en su rostro, notando la inquietud y duda que llevaba: —¿Por qué?

—Porque... Porque no está bien que siempre esté viviendo gratis en la casa de ustedes. Ahora que tengo dinero, en realidad puedo comprarme una casa.

Alicia continuó: —Además, si en el futuro tu novia viene a verte, no sería conveniente que Valentín se quede en tu casa.

—¿Te preocupa que mi novia no tenga dónde dormir?