Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 229

—Ella ha escapado.

María fue la primera en notarlo y de manera rápida se adelantó para agarrar la muñeca de Alicia.

Sin embargo, Alicia se liberó con fuerza y corrió desesperada directo hacia adelante, entrando en pánico al ver que las puertas del ascensor se abrían y con destreza se lanzó hacia adentro.

Alicia, apoyada contra la pared del ascensor, sacó su celular, pero estaba indecisa sobre a quién llamar.

—Allí está, no dejen que escape.

Alicia fue acorralada al final del pasillo, se dió la vuelta directo hacia los dos guardaespaldas y les dijo: —Ya llamé a la policía, estarán aquí en cualquier momento.

—Incluso si viniera Dios, no serviría de nada.

—Pequeña, este no es lugar para ti, ¡ven aquí ahora mismo!

Alicia observó cómo los dos guardaespaldas se le acercaban, apoyándose en la pared para mantener el equilibrio.

Justo en ese preciso momento, la puerta de un salón privado se abrió.

Sin pensarlo dos veces, Alicia irrumpió dentro y rompió un jarrón decorativo diciendo con firmeza: —Puedo pagar por los daños causados, ¡pero primero necesito ir al hospital!

Valentín pensaba que había escuchado mal, pero al abrir la puerta, una chica irrumpió y además rompió un jarrón antiguo.

Al escuchar una voz algo familiar, Alicia levantó la cabeza con dificultad y vio a Valentín.

Un segundo más tarde, alguien se le acercó y levantó las dos piezas de cerámica que yacían en el suelo.

Roberto, sensible y enfurecido a la vez, preguntó: —¿Qué ha pasado?

Al escuchar la voz de Roberto, Alicia finalmente sonrió y le dijo: —Resulta que son ustedes.