Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 266

—¿Alicia, estás loca? —gritaba María histéricamente.

Las lágrimas y mocos corrían por la cara de María, quien temblaba de miedo; ¡casi había muerto!

Alicia realmente había soltado su mano, esa despreciable realmente quería que muriera.

Con una sonrisa fría en los labios, Alicia dijo: —Originalmente solo quería llevar mi vida, pero tú simplemente no puedes dejarme en paz, así que jugaré contigo de ahora en adelante.

—¿Qué es lo que realmente quieres hacer?

En ese momento, María estaba al borde del colapso, ¡Alicia es una loca!

Alicia se giró para tomar una botella de bebida y la vació sobre la cabeza de María: —Quiero jugar contigo hasta que mueras.

—Tos, tos, tos, Alicia, sé que me equivoqué, no me atreveré a hacerlo de nuevo. Pero aquel día en el bar, realmente fue Lucía quien me presionó, tú sabes cómo es Lucía, no me atrevía a no hacerlo.

María estaba aterrorizada en ese momento.

Si Alicia soltaba su mano, ella moriría.

Al ver a María suplicando, Alicia de repente sintió que era aburrido, en su vida pasada había sido asesinada por una persona tan hipócrita y tonta.

¿Es que ella no sabe actuar? ¿Engañar a la gente?

Alicia pisando la mano de María, dijo con indiferencia: —Puedo ayudarte a subir, pero tienes que hacer algo por mí.

—¡Dilo, cualquier cosa, aceptaré! ¡No me mates, te lo suplico!

—¿Sabes que Jorge ha invertido mucho dinero en el proyecto de inteligencia artificial de la empresa de Vicente, verdad?

María asintió rápidamente: —Sí, lo sé.

—Quiero que me traigas los datos sobre la inteligencia artificial que Jorge tiene.

Alicia presionó su pie con más fuerza, y María asintió rápidamente: —Está bien, acepto, ¡Jorge nunca se cuida conmigo!

Solo entonces Alicia levantó el pie.

María respiró aliviada y extendió su mano hacia Alicia: —Entonces, ayúdame a subir, no puedo hacerlo sola.

Alicia miró con desdén la mano de María y le pasó la botella.

María se arrastró torpemente y se sentó en el suelo, muy asustada, y levantando la vista hacia Alicia gritó: —¿Crees que voy a hacer lo que me pides? ¡No sueñes!