Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 331

Alicia vio su mirada profunda, y su respiración se detuvo por un momento.

Sus pestañas con algo de pena: —S-sólo somos amigos.

¿No era eso lo que él había dicho antes?

Ellos solo eran amigos.

Y él también la veía solo como una hermana.

Roberto observó su actitud y torció su mueca. Se levantó: —Ya no vamos.

Caminó adelante, con sus facciones profundas y sin mostrar ninguna expresión.

Alicia lo seguía, manteniendo una distancia de un paso entre ellos.

Valentín y Santiago caminaban al final. Santiago parecía preocupado, deseando acercarse a decir algo, pero fue detenido por Valentín.

Valentín bajó la voz: —¡No hagas tonterías, por favor!

Era como un husky que no se podía detener.

En esa situación, era mejor no acercarse a buscar problemas.

Santiago, con una curiosidad insoportable, preguntó: —¿De verdad no están juntos?

¿Y ya ha pasado tanto tiempo, y su hermano aún no ha conquistado a la chica? ¡Es un completo inútil!

—No lo pienses más, no tienen ninguna posibilidad.

—¿Por qué lo dices?

—Porque Alicia es... esa...

Valentín no terminó la frase.

Santiago, con una mirada sincera, respondió: —Hermano, puedo ser muy discreto, te lo prometo.

Valentín lo miró y le sujetó la cara: —¿De dónde sacas la cara para decir eso?

Desde pequeños, este chico siempre fue el que más hablaba.

Justo casi suelta la lengua antes, menos mal que se contuvo.

Santiago, curioso, pensó: ¿Será que mi cuñada tiene alguna identidad secreta?

¿O tal vez su familia es demasiado común para mencionarla?

El grupo salió de allí.

Alicia miró su celular; Sara le había enviado un mensaje preguntando dónde estaba.

—¡Eso es apoyo emocional!

—Eres un lastre inservible pero el cual hay que cargar.

¿No viste cómo él no pudo ocultar su expresión?

Valentín, pensando en la relación de esos dos, de repente se sintió un poco incómodo.

Quería que estuvieran juntos, pero también temía que Alicia descubriera lo que había sucedido.

...

Después de encontrarse con Sara, Alicia regresó a la escuela.

Sara estaba emocionada: —Lo que dijiste, que el próximo año llegarías a la final, ¡qué impresionante! Todos estábamos muy emocionados, como si nos hubieran inyectado adrenalina.

—Sí, vamos a seguir esforzándonos, tal vez tendremos una oportunidad.

En su vida pasada, logró llegar a la final con su equipo, y ahora con compañeros de ideales similares, también podía lograrlo.

Sin embargo, Alicia estaba algo distraída.

Su mente seguía dándole vueltas a las palabras de Roberto.

¿Por qué él le había preguntado qué relación había entre ellos?