Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 393

Alicia observaba asombrada las hermosas facciones de Pedro frente a ella, pero no creía en sus palabras.

Conocía demasiado bien cuánto le gustaba actuar a Pedro.

Disfrutaba tanto de hacerlo en su trabajo como en su vida personal.

Pedro, sonriendo, le dijo en voz baja: —He oído que tu equipo necesita patrocinadores; estoy aquí para ayudarte. Colabora un poco, sé buena.

Alicia no quería colaborar en absoluto.

Pero Pedro, con firmeza, le agarró los hombros y, fingiendo una gran cercanía, la acompañó hacia adentro.

Alicia observó atenta que incluso había medios tomando fotos; parecía que Pedro había organizado todo esto con anticipación.

En cualquier otro lugar, ella no habría cooperado.

Pero estaban en la base del equipo y cualquier escándalo podría afectar de manera negativa al equipo.

Después de todo, Pedro tenía una reputación en la industria del entretenimiento, había cambiado su nombre artístico al debutar y nunca había hecho pública la información sobre su familia.

¿Pero, qué intentaba hacer ahora?

Alicia estaba realmente confundida.

Ante las cámaras, Pedro dijo: —Todos se preguntarán cómo conseguí esta herida en mi cara; mi hermana me la hizo. Hace poco hemos estado practicando boxeo, y ella ha mejorado mucho. Ya ni siquiera puedo ganarle.

Cuando estaba en público, Pedro siempre proyectaba la imagen de un excelente hermano.

Como era de esperar, los fans comentaban lo afortunada que era por tener un hermano tan bueno y guapo como él.

Alicia no parecía muy contenta.

De repente, alguien le dijo: —Tu hermano es tan bueno contigo, incluso viene a ayudarte a ganar fama y buscar patrocinadores; ¿por qué tienes esa cara tan seria?

Alicia levantó la vista y vio a Lucía y María entre los fans.

¿Ellas también eran fans de Pedro?

María continuó: —Alicita, sonríe un poco, si no, los demás podrían pensar que estás enojada conmigo.

Alicia apretó con rabia los puños, realmente estaba irritada.

Laura conocía muy bien lo ocurrido durante los cuatro años de secundaria.

La multitud murmuró sorprendida.

Incluso los periodistas estaban impactados con los chismes; no esperaban tales revelaciones.

Pedro, con el rostro sombrío, le susurró a Alicia: —Tu delegada te apoya mucho, pero no debería haber dicho eso delante de tantas personas, ¿crees que debería corregirla?

—No te atrevas a tocarla.

Alicia conocía los sucios métodos de Pedro.

Pedro sonrió aún más brillante: —Entonces explícalo bien, de lo contrario tu delegada podría tener problemas.

Alicia apretó con rabia los dientes, miró hacia Laura.

Estaba agradecida de que Laura hablara por ella, pero no podía permitir que Laura se metiera en problemas.

Sonrió y comenzó a hablar: —Es cierto que esas cosas ocurrieron, pero Pedro no tiene nada que ver con ellas, siempre ha sido bastante bueno conmigo.