Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 404

Alicia salió del hospital con la mente completamente vacía.

Caminaba sola por las calles, sin pensar en nada en particular.

No lograba recordar nada de lo ocurrido años atrás.

Roberto la seguía a distancia, sin osar acercarse.

Solo cuando Alicia se alejó lo suficiente, él no pudo resistir y tocó el claxon: —Alicia.

Al escuchar que alguien la llamaba, Alicia se detuvo y vio a Roberto.

Casi en el instante en que lo vio, las lágrimas comenzaron a correr por su rostro.

Estaba profundamente triste.

Roberto bajó rápidamente del auto y se acercó a ella; Alicia lo abrazó de inmediato: —Déjame abrazarte un momento, solo un momento.

Roberto estaba rígido, un poco lento en reaccionar.

Después de un rato, finalmente habló: —¿Qué sucede?

Alicia lo soltó y se secó las lágrimas: —Llévame de vuelta a casa.

Después de subir al auto, Roberto la miró, sintiendo una incertidumbre en su corazón.

Pero era evidente que Alicia estaba muy afectada.

Él no preguntó, no se atrevió.

El auto de Roberto se detuvo bajo su apartamento: —Te acompaño arriba.

—No es necesario, vuelve tú, quiero estar sola un rato.

Roberto vaciló, sin atreverse a replicar.

Cuando Alicia regresó al apartamento, se acostó en la cama con la mente confusa..

Al día siguiente, Alicia fue despertada por el teléfono.

Era una llamada de Sara: —No regresaste anoche, ¿no vas a venir a la clase de esta mañana?

—Uh, no quiero ir, por favor fírmame la asistencia.

Alicia se sentía bastante deprimida.

Después de colgar, descubrió que había recibido un mensaje de alerta del mercado negro.

Abrió la aplicación y recibió un mensaje del administrador: [Están muy satisfechos con el sistema de firewall que diseñaste, te han invitado a una entrevista directa, te envío la dirección de la empresa.]

—

Después de llegar a la universidad, Alicia fue directamente a la base del equipo.

Como era de esperar, vio a Pedro filmando allí, rodeado por muchos fans que no se iban.

Al ver tanta gente, Alicia instintivamente se ajustó la gorra, intentando entrar por una puerta lateral.

—Alicita, finalmente llegaste, todos estaban esperándote.

María, con ojos agudos, notó la aparición de Alicia y la llamó a voz en cuello.

Este llamado, como era de esperar, hizo que todos la miraran.

Pedro se acercó a ella con un tono suave: —Sé que no dormiste bien anoche, por eso no te llamé temprano para venir. Después invitaré a la cena al equipo de filmación, no te preocupes por llegar tarde.

Alicia dio un paso atrás, aumentando la distancia entre ella y Pedro.

¡Nadie le había avisado que el equipo de filmación estaría aquí esta tarde!

—Eso no importa, ¿ya lo has pensado? ¿Elegirás a tus padres o a los extraños?

Pedro agarró con fuerza su muñeca, con una mirada amenazante: —No me decepciones.