Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 406

Pedro definitivamente lo hizo a propósito, consciente de que el equipo participará en la competencia el próximo año y que todos sacan tiempo de sus momentos libres para practicar.

El tiempo de práctica ya es sumamente valioso para todos.

En ese instante, Pedro entró: —¿Están todos listos? Hagan lo que les enseñé hace un momento.

Alicia, con el rostro serio, miró a Pedro: —¿Cuándo terminaremos de grabar?

—Dependerá de la cooperación de todos y del estado de los actores.

Pedro parecía tranquilo, como si lo ocurrido recientemente no le afectara: —Si no actúas bien, probablemente tardaremos más, quizás incluso necesitemos continuar mañana.

Alicia, visiblemente irritada, replicó: —Recuerdo que son solo dos escenas, una aquí y otra al aire libre.

—Correcto, ahora puedes repasar tus líneas; comenzaremos con las escenas de los protagonistas masculino y femenino.

Alicia regresó a la oficina y extrajo el guion; ella también había escrito guiones anteriormente, así que memorizar las líneas no era un desafío para ella.

Después de llegar al salón, Pedro la observó: —Vamos a empezar, ¿estás lista?

—Sí.

Alicia se dirigió a su asiento, su papel era bastante simple, además era la capitana del equipo.

Sin embargo, interpreta el papel del antagonista, quien desprecia a la protagonista y al final es humillada.

Debe competir en un juego contra el personaje de María.

Pero cuando ambas compiten, María es derrotada rápidamente.

María, con un tono suplicante, dijo: —Alicita, esto es una película, debes dejarme ganar un poco, si no, ¿cómo vamos a seguir filmando?

Pedro intervino con calma: —Vamos a repetir.

María lucía una expresión triunfante, finalmente había logrado vencer a Alicia una vez.

De cualquier manera, la ganadora era ella.

—Lo sé, es culpa de María por ser tan mala, no tiene nada que ver contigo.

Pedro habló con un tono ligero, incluso se sirvió un vaso de agua para beber.

Alicia lo miró: —¿Entonces estás retrasando esto a propósito?

—Sí, a propósito.

La expresión de Pedro era maliciosa, sabía que Alicia deseaba que el equipo se enfocara en entrenar para la competencia del próximo año.

Alicia le arrebató el vaso de la mano y lo arrojó directamente al basurero.

Con el rostro frío, dijo: —¿Qué es lo que realmente quieres?

Pedro no se inmutó, tomó una servilleta de la mesa y se limpió la ropa con calma.

Con tono tranquilo, respondió: —Te estoy enseñando una lección, si no escuchas a tu hermano en casa, este es el resultado.