Resumo do capítulo Capítulo 422 de Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate
Neste capítulo de destaque do romance Reencarnación Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate, Internet apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
Alicia recibe la tarjeta de visita; no esperaba que Roberto actuara tan rápido.
Efectivamente, había traído al equipo de relaciones públicas de Pedro.
Ella pregunta con cautela: —Antes ustedes formaban parte del equipo de relaciones públicas de Pedro, ¿qué hará él ahora?
—Señorita Alicia, no le voy a mentir, acepté el caso de Pedro porque me marginaron en la compañía y me asignaron este difícil trabajo. La situación de Pedro es complicada, sin duda preferiría estar de su lado.
Rocío también habla con sinceridad: —Actualmente no es necesario que haga ninguna entrevista con los medios; espere los resultados de la investigación policial. Sería mejor que solicitara unos días libres en la escuela, descansara y, una vez que salga del hospital, probablemente ya tengamos algunos resultados preliminares.
—Eso mismo estaba pensando.
Alicia añade el contacto de Rocío: —No se preocupe, no la voy a decepcionar en cuanto a la compensación.
Rocío se sorprende un momento, pero no contradice las palabras de Alicia.
Se ha acordado que el señor González mantendrá la confidencialidad de su identidad, y ellos tampoco la revelarán.
Después de que Alicia solicita permiso en la escuela, envía un mensaje a Sara para que no se preocupe por ella y que revisará el rendimiento del equipo de entrenamiento después de salir del hospital.
Poco después, Vicente llega al exterior de la habitación del hospital.
Pero es detenido por el equipo de relaciones públicas, y Rocío le dice a Vicente: —La señorita Alicia necesita descansar, no recibirá visitas.
—Soy Vicente.
—Lo sé, y ella menos quiere ver a alguien de la familia García.
Ahora Rocío forma parte del equipo de relaciones públicas de Alicia y ha investigado todo sobre ella, sabiendo que la familia García no ha sido buena con ella.
Vicente se queda en la puerta, mirando hacia el interior de la habitación: —Alicita, vine a ver cómo estaban tus heridas, sé que esto es culpa de Pedro y no tiene nada que ver contigo.
Vicente es muy consciente de qué tipo de persona es Pedro.
Cuando era niño, Pedro se metía en peleas y no sabía cuántas veces había sido reportado a sus padres.
Alicia sigue sin levantar la cabeza, como si no hubiera oído nada.
Pedro es completamente capaz de hacer algo así.
Roberto mira fríamente: —Pensar que podrías sacar a Alicia de este hospital es subestimar demasiado a la gente de la familia García.
Al oír la voz de Roberto, Alicia finalmente se acerca a la puerta de la habitación.
Ella mira a Vicente con frialdad: —Vete, tener cualquier relación con la familia García solo me trae desgracia.
Vicente avanza y agarra la muñeca de Alicia: —Alicita, esta vez estoy de tu lado, yo... cof cof.
Vicente se cubre la boca, de donde empieza a fluir sangre.
Se limpia la boca con la manga, se gira confundido: —Yo... me voy ahora.
La mano de Alicia queda suspendida en el aire, lentamente la retira.
Pero Vicente no da muchos pasos antes de colapsar al suelo, pálido como la muerte...
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