Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 427

Alicia, con tono severo, dijo: —¿Crees que hay algo que no me atrevería a hacer?

—Alicia, tú eres el desastre de la familia García. Has arruinado todos los planes de Jorge. ¿Cómo vamos a encontrar ahora al asesino para vengar a nuestros padres?

—¿A qué te refieres?

Alicia no sabía qué otro plan tenía Jorge.

El día que fue a negociar con él, Jorge no mencionó nada de esto.

—¿Ahora preguntas, Alicia? ¡Ya es tarde! Has causado la muerte de nuestros padres y también has impedido los planes de Jorge. ¿Qué eres, si no un desastre?

Pedro gritaba histéricamente.

Jorge entró en la habitación del hospital y tomó el teléfono de Pedro: —Alicia, excepto Vicente, la profesión de cada uno de tus hermanos fue arreglada especialmente por mí, todo para que, al encontrar una pista algún día, pudiéramos atrapar al asesino inicial y hacerle pagar.

Al oír esto, Alicia soltó una risa fría: —¿Otra vez intentas engañarme con nuestros padres?

—Pero en esto no te he mentido.

Después de que Jorge terminara de hablar, el teléfono quedó en silencio, y luego continuó: —No ha sido fácil para la familia García llegar hasta aquí. Lo de Pedro podría haberse resuelto en privado; no había necesidad de armar tal escándalo y arruinarlo.

—¡Ja!, ahora vienes con esas palabras, ¿no te parece ridículo?

Alicia colgó el teléfono después de decir eso.

Ella no creía en Jorge.

Si realmente hubiera tal plan, Jorge lo habría mencionado durante el incidente con Raúl. Jorge lo habría mencionado durante el incidente con Raúl.

Rocío dijo tentativamente: —Señorita Alicita, ¿realmente tienes una foto de Pedro desfigurado?

—No, le mentí, pero él seguro que no se atreve a apostar.

Alicia no había pensado en tomar una foto en ese momento.

Pedro estaba cubierto de sangre, lo cual era un poco aterrador y más allá de lo que ella esperaba.

Dos días después, Alicia necesitaba ir a la comisaría.

Roberto hizo especial hincapié en acompañarla. En el auto, él tomó la mano de Alicia y dijo: —Después llegará el abogado Emilio, cualquier cosa que no entiendas, pregúntale.

—Está bien.

Alicia miró sus manos entrelazadas, giró la cabeza hacia la ventana y su sonrisa se ensanchó.

Pronto llegaron a las afueras de la estación de policía.

Alicia se bajó del auto con un sombrero y una máscara, preocupada por ser fotografiada por los medios, pero al notar que no parecía haber nadie vigilando, se sintió mucho más tranquila.

Una vez dentro, Alicia y el abogado Emilio fueron interrogados por la policía.

El proceso no duró mucho.

Poco después, Alicia salió de la comisaría junto con el abogado Emilio, pero se sorprendió al ver que también aparecían miembros de la familia García afuera.