Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 476

—Desde hoy ya no eres el principal accionista.

En ese preciso momento, Vicente apareció en su silla de ruedas.

Su rostro mostraba una evidente angustia cuando dijo: —Pedro y yo le transferiremos nuestras acciones a Alicia; así, ella se convertirá en la principal accionista de la empresa.

Se desató un tremendo alboroto alrededor.

Al escuchar esto, la expresión de Jorge se transformó de inmediato.

Bajó cuidadoso la voz y preguntó: —¿Qué es lo que realmente están planeando?

¡Nunca esperó que se aliaran para enfrentarlo!

Vicente respondió con desenfado: —Jorge, ¿seguro que quieres hablar de esto aquí? El único que acabará avergonzado en este lugar serás tú.

Jorge entendió la decisión y, con un semblante sombrío, se dirigió a la sala de descanso.

Alicia, por su parte, no esperaba la aparición de Vicente. ¿Acaso Jorge no lo había retenido?

Pedro, observando a los presentes, les dijo: —Lamento que hayan tenido que presenciar todo esto, pero de ahora en adelante Alicia estará al mando de la empresa. Todos ustedes han visto su extraordinaria habilidad para la escritura; espero que podamos colaborar en el futuro.

María, luego de escuchar a Pedro, también abandonó el lugar furiosa siguiendo a paso largo a Jorge.

Alicia, Pedro y Vicente se reunieron a un lado.

Ella miró a Vicente sorprendida y le preguntó: —¿Cómo llegaste hasta aquí?

—Fue Pedro quien mandó a alguien a buscarme; llegué lo más rápido que pude. De todas formas, la empresa no puede caer en manos de María.

Vicente sabía muy bien que la empresa era el esfuerzo de Pedro, pero nunca imaginó que Jorge fuera tan parcial.

Pedro, con una sonrisa amarga, añadió: —En realidad todos subestimamos la conspiración de María.

Después de decir esto, Alicia continuó con una mirada firme hacia Jorge: —Vamos, jura. ¿No te atreves? ¿No es así?

Sin responder y consumido por la intensa humillación, Jorge solo atinó a decir: —¡Son solo tonterías!

—Veo que tampoco te atreviste a jurar. Eso muestra cuánto lo sabes.

Jorge con intriga lo hizo todo a propósito, intentando de la peor manera arrebatarle lo suyo y forzarla a someterse.

Entonces, la acusó: —Alicia, si no fuera porque tú llevaste a los García a este extremo, ¿crees que yo hubiera hecho esto?

—Así que todo lo aprendí de ti.

Alicia levantó la cabeza y rió despreocupada: —Ahora soy la principal accionista de la compañía. ¡Tu opinión para mí ya no cuenta!

En ese momento, Jorge perdió la cabeza.