Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 481

Alicia levantó la cabeza y miró a Jorge: —Antes decías que las corbatas que te compraba eran las más bonitas, y cada vez que ibas a negociar un contrato importante, siempre me pedías que te comprara una nueva para ponértela.

Jorge se mostraba un poco incómodo: —¿Y qué?

¿Acaso Alicia intentaba jugar su última carta emocional? Si ella pudiera simplemente obedecer, también podría perdonarla esta vez.

Unos minutos más tarde, Alicia le arrancó la corbata a Jorge: —Esta fue la que te compré, ¿verdad?

Luego, lanzó la corbata al cubo de basura.

Jorge, enojado, respondió: —¿Qué haces?

Alicia levantó la mano y le dió una bofetada a Jorge, quien quedó paralizado al instante.

—Ahora estamos a mano, tampoco te culpo por haberle dado mi propiedad y mi habitación a María.

Su tono era melancólico: —En cuanto a la corbata, te compraré una nueva, está ya está vieja.

Jorge no pudo reaccionar, y Alicia continúo: —Ahora que hemos aclarado los asuntos del pasado, salgamos para que la gente de afuera no piense que en la familia García hay un conflicto interno.

Alicia tomó de la mano a Jorge: —Vamos.

María, al lado, estaba algo nerviosa: —¡Jorge!

Jorge miró a María, sintiéndose culpable: —Sé lo que quieres decir, pero Alicia también es parte de la familia García, y causar una escena tan desagradable no es bueno para la familia García.

Con el mal carácter de Alicia, el reconciliarse solo le traería beneficios, no perjuicios.

De lo contrario, ahora que podía unir a sus tres hermanos para controlar la empresa de entretenimiento, más adelante podría intervenir en el Grupo García.

María entró en un pánico impresionante. ¿Por qué Jorge perdonaría tan fácilmente a Alicia? Si Alicia regresaba a la familia García, ¿qué oportunidades le quedaban a ella?

María se apresuró a decir: —Jorge, pero hace un momento estaban conspirando para sacarte de la empresa.

Alicia sonrío y dijo: —Eso era una broma, después de todo, la empresa es de Pedro, tengo que apoyarlo.

María estaba muy enfadada. Esa mala mujer está mintiendo.

María también tomó despreocupada del brazo a Jorge: —Yo también saldré contigo.