Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 506

—Mmm, aún estamos en negociaciones, necesitamos investigar el trasfondo de la otra parte.

—Jorge, ¿podría unirme a este proyecto contigo? También quiero aprender más, así en el futuro podría ayudarte a aliviar algo de tu carga de trabajo.

Jorge se sintió muy reconfortado: —Claro, si Alicia fuera tan sensata y obediente como tú, sería perfecto.

María se tensó, bajó los párpados, ocultando su expresión sombría.

Ella definitivamente pisotearía a Alicia bajo sus pies, haciéndola arrodillarse que lamiera sus zapatos.

...

Después de que Jorge y María se fueran, el salón se quedó mucho más tranquilo.

Pedro, sosteniendo el contrato de transferencia de acciones, miró a Alicia de forma tentativa: —No has olvidado nuestro acuerdo, ¿verdad?

Alicia miró a Pedro: —Tranquilo, cuando reciba la herencia que mis padres me dejaron, naturalmente te daré las acciones que Jorge me cedió.

Después de todo, ella también necesitaba asegurarse.

—No es que no confíe en ti, solo pregunto. Voy a guardar este contrato por ti por ahora.

Pedro suspiró aliviado, pero no le entregó el contrato directamente a Alicia, él también necesitaba asegurarse.

Vicente, sin embargo, frunció el ceño y dijo: —Pedro, ¿todavía no confías en Alicita? Ahora que todos hemos visto la verdadera cara de María, seguramente no seremos engañados por esa mujer como antes.

—Vicente, no es que no confíe en Alicia, pero si tengo el contrato conmigo, en caso de que Jorge cause problemas, también puedo taparle la boca a él.

Alicia claramente vio lo que Pedro estaba pensando, pero no lo reveló.

Se levantó y subió las escaleras directamente.

Vicente miró a Pedro con algo de decepción: —¿También tienes tantas precauciones con Alicita?

—Vicente, no soy tan noble como tú, además, incluso entre hermanos se deben aclarar las cosas. Creo que es mejor hablar claro, en lugar de cuestionarme, mejor piensa en cómo convencer a Jorge, he escuchado que el inversor del proyecto de inteligencia artificial fue introducido por María, siempre sentí que algo no estaba bien.

¿Cómo podría María conocer a un inversor tan influyente?

Vicente suspiró: —¿Crees que no he intentado convencerlo? Si Jorge escuchara, no estaría en esta situación con Alicita.

—De lo contrario, no interfieran, y cuando el proyecto de inteligencia artificial termine en un fracaso total por las manipulaciones de María, Jorge finalmente verá la verdadera cara de María. Como dijo Alicia, solo cuando el bumerán golpee a Jorge, él sentirá el dolor.

Alicia estaba sorprendida, subió al carro y se giró para mirarlo: —No habrás pasado toda la noche aquí, ¿verdad?

Roberto tosió antes de responder: —No.

—Pero llevas puesta la ropa de anoche, la corbata es del mismo color, y tienes ojeras de cansancio, claramente no descansaste bien anoche.

Alicia recordaba qué ropa llevaba Roberto cuando hablaron por video la noche anterior.

Este hombre es tan meticuloso con su higiene que no llevaría la misma ropa en un día caluroso.

Roberto se mostró un poco resignado: —Me has descubierto, anoche después de que dijiste que te habían tendido una trampa, no me quedé tranquilo, así que vine a aquí a esperarte, por si acaso surgía alguna emergencia.

El corazón de Alicia se llenó de emoción de repente, sus ojos se humedecieron.

De pronto, se acercó y besó su mejilla.

Roberto la agarró por los hombros y bajó la cabeza para profundizar el beso.

Pero entonces alguien golpeó con fuerza la ventana del carro: —¡Ustedes, qué están haciendo, sepárense!