Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 521

Jorge estaba muy enojado: —¿Qué actitud es esa?

Alicia, al escuchar las palabras de Jorge, replicó: —¿Qué sufrimientos ha soportado ella por mí?

—Acabas de ofender a la señora Paula, no pienses que porque la señora Teresa te respalde, puedes negar este hecho.

—¿Crees que debo actuar como María, abandonando a la incómoda señora Teresa para complacer a la señora Paula del exterior?

El tono de Alicia era afilado: —Si es así, entonces has ofendido completamente a la familia González, ¿todavía piensas quedarte en Piedraplata?

Vicente también intervino: —Alicita tiene razón, gracias a ella por lo que hizo hoy. María solo causa problemas, no sabe hacer nada, se lo buscó ella misma, ¡se lo merece!

Jorge, viendo la cara de tristeza de María, habló con dureza: —Así se ha decidido este asunto.

—He dicho que no estoy de acuerdo.

La actitud de Alicia también era firme.

Jorge la miró: —No depende de ti estar de acuerdo o no, la fundación aún no está en tus manos. Esta vez se lo dejaremos a Mari, pero de ahora en adelante tú decidirás los asuntos de la fundación, ¿eso te parece bien?

Al escuchar las palabras de Jorge, María sonrió fríamente con la esquina de su boca, no renunciaría a los beneficios que ya tenía en sus manos.

Vicente se puso del lado de Alicia: —Jorge, si eso no es favoritismo, ¿entonces qué es?

—Todos ustedes dicen que tengo favoritismos, ¡yo llamo a esto ser justo! ¡La fundación todavía la manejo yo!

Jorge simplemente no podía soportar la actitud arrogante de Alicia, solo quería reprimirla.

La puerta del salón se abrió.

Roberto entró con el rostro frío, acababa de escuchar los sonidos de la discusión dentro de la habitación.

Se dirigió directamente hacia Alicia y tomó su mano.

Alicia no esperaba que él viniera.

Roberto miró hacia atrás a Jorge: —Tu supuesta justicia es hacer que Alicia se retracte y pierda, parece que tienes un problema en la cabeza, te gusta tanto distorsionar los hechos…, no es de extrañar que para un matrimonio arreglado trates de complacer a la familia Pérez.

Alicia estaba asombrada, esas palabras eran realmente hirientes.

Era como clavar un cuchillo en el corazón de Jorge, preciso y cruel.

Pero después podría transferir el dinero a la cuenta de Álvaro, así Alicia no podría descubrirlo.

Viendo que había alcanzado su objetivo, Alicia ya no preguntó más sobre la fundación, después de todo, había colocado la carnaza, solo esperaba a que el pez gordo mordiera.

Ella levantó la vista hacia Roberto: —Vámonos.

—Esperen, ¿quién les dijo que se podían ir? Ya que él está aquí, también debería aclararse todo.

Jorge miró a Roberto con desprecio: —No voy a perder más tiempo, no eres digno de mi hermana, no esperes obtener recursos y beneficios de ella.

—¡Señor Jorge! No se meta en mis asuntos.

Alicia defendió a Roberto, no permitiendo que Jorge hablara así de él.

Roberto, sin embargo, estaba tranquilo; consoló a Alicia con un apretón de manos, dado que Jorge hablaba así, probablemente aún no sabía quién era él.

Roberto miró a Jorge y dijo: —¿Cree que todos quieren usar a una mujer para ascender socialmente como usted?

Esta frase dejó a Jorge tan furioso que su rostro se enrojeció y por un momento no pudo decir nada.