Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 531

Las palabras de María eran una clara insinuación.

Alicia, con una sonrisa fría en los labios, respondió directamente: —¿Estás insinuando que he usado indebidamente los fondos de la fundación?

—No quise decir eso, solo quería recordarte que los fondos benéficos no se deben mover arbitrariamente, para evitar que afecte negativamente a la familia García, ¿entiendes?.

María mostró una cara de inocencia y agitó rápidamente sus manos: —Alicita, si te has molestado, olvida lo que he dicho.

Alicia, con sarcasmo, dijo: —¿Cómo voy a fingir que no dijiste nada? Has dicho bastante, ¿y ahora te haces la inocente?

—Alicita, todo lo que hago es por tu bien.

A María de repente se le enrojecieron los ojos y, mirando a Teresa, dijo: —Usted también estuvo presente el día de la venta benéfica, debería saber cuánto se recaudó.

Teresa asintió: —Por supuesto que lo sé, pero ¿qué tiene que ver eso con la verificación de fondos que Alicia está haciendo hoy?

María no esperaba que Teresa defendiera tanto a Alicia, ¿acaso no sospechaba de ella?

Gabriela, sin embargo, miró a Alicia y comentó: —Hablando de verificar fondos, parece que el dinero quedará congelado por unos días.

Esto también es para prevenir a las personas con malas intenciones, que piden prestado para verificar fondos y luego, una vez obtenida la tarjeta de miembro, transfieren el dinero.

Antes de que Alicia pudiera responder, María ya estaba llorando: —Alicita, siempre hay gastos en la fundación, ese dinero no puede quedar congelado.

Esas palabras parecían confirmar que el dinero en la cuenta de Alicia era el recaudado para fines benéficos.

Gabriela pensaba para sí misma, pero no lo mostraba: —Señorita Alicita, ¿hay algún problema si el dinero queda congelado unos días?

Alicia respondió: —No hay problema.

Después de todo, ese dinero no era para fines benéficos.

Era el dinero que había ganado con sus transmisiones en vivo y su participación en dividendos de un proyecto de inteligencia artificial.

Ese proyecto pronto saldrá a bolsa y, entonces, los dividendos que recibiría serían aún mayores.

María estaba muy enfadada: —¿Pero cómo es posible que tengas un millón y medio de dólares en efectivo? Si no es dinero malversado, ¿entonces qué es?

—¿Necesito explicártelo?

Alicia ignoró completamente a María.

Gabriela, por su parte, no esperaba que Alicia fuera tan dominante, especialmente delante de Teresa. Ella intervino discretamente: —Está bien, si ella dice que no es dinero de caridad, probablemente no lo sea. No hables sin pruebas.

María realmente no tenía pruebas, ya que no podía ver cuánto dinero había en la cuenta, pero planeaba investigarlo mañana en la fundación; no permitiría que Alicia se saliera con la suya.

Gabriela, al ver que María no respondía, entendió que no tenía pruebas, pensando para sí que realmente era inútil.

Pronto, el gerente entregó la tarjeta de miembro a Alicia: —Señorita Alicita, bienvenida como miembro del club.

—Gracias.