Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 573

Alicia dudó un momento, pero finalmente decidió empezar el juego.

No aceptó que el otro se uniera a su equipo.

Sin embargo, el corazón de Alicia latía mucho más rápido.

Pero al pensar en los titulares de entretenimiento de hoy, se sintió muy firme, ya que él iba a casarse, ¿por qué seguir buscándola?

Aquel día había dicho que querían encontrarse para hablar de algo, ¿acaso era eso?

Alicia también estaba algo distraída mientras jugaba.

Por otro lado, después de que Santiago fuera rechazado para unirse al equipo, quedó completamente asombrado.

Curioso, abrió el historial de juegos de Alicia, que siempre había estado formando equipo con un hombre, y el nombre de usuario de este era exactamente igual al que él había elegido.

¿Qué estaba pasando?

Santiago inmediatamente envió capturas de pantalla a Roberto con un mensaje: —Roberto, ¿has creado otra cuenta? Eso es una cosa, pero ¿por qué juegas en equipo con Alicia y no me incluyes?

¿Acaso le despreciaba?

Al siguiente segundo, el celular de Roberto sonó con un tono algo tenso: —¿Con quién está jugando?

—¿No eres tú?

Roberto, con voz entre dientes, dijo: —No.

Santiago de repente sintió que algo no estaba bien, tartamudeando dijo: —Pero ella ha estado jugando muchas partidas con esta persona estos días, prácticamente siempre están juntos, pensé que eras tú.

Roberto, mirando las capturas de pantalla de juegos que Santiago le había enviado, tenía el rostro tan oscuro como si estuviera teñido de tinta.

¿Esa era la razón por la que Alicia no le hacía caso?

—Roberto, ¿has discutido con ella? Quizás este es su compañero de equipo y están entrenando juntos.

Después de un largo rato, Roberto finalmente respondió: —Sí, hemos tenido algunos desacuerdos.

—¿Le confesaste tu verdadera identidad y se enojó?

—No es por eso, es que no respondí a su mensaje a tiempo. La noche anterior mi abuela se enfermó y también tenía asuntos urgentes que manejar en el grupo, y no le respondí hasta el día siguiente.

Debía encontrar a Alicia y aclarar las cosas en persona.

Justo cuando llegó al garaje, recibió una llamada de Teresa: —Tu abuela despertó, cuando termines tus asuntos, ven al hospital, ella quiere hablar contigo.

—Está bien.

Finalmente, Roberto giró en dirección opuesta.

Mientras conducía, se tomó un momento para enviarle un mensaje a Alicia: —Nos vemos esta noche en el gimnasio, sé que no tienes clases por la noche.

Después de terminar su juego, Alicia finalmente tomó su celular y vio el mensaje que Roberto había enviado.

Había sido enviado hace dos horas.

Leox le pasó una botella de agua: —¿Continuarás entrenando esta noche?

—No, esta noche tengo que ir al gimnasio.

—¿El gimnasio frente a la escuela?