Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 607

La temperatura en la cara de Alicia era cálida.

Él lanzó una frase: [No estoy de acuerdo con romper, te esperaré siempre.]

Alicia cerró el cuadro de diálogo y giró la cabeza para mirar por la ventana del auto; su corazón, que apenas había comenzado a calmarse, ahora enfrentaba nuevas turbulencias.

Había pensado que Roberto había ocultado su identidad y que no tenía verdadero afecto por ella.

Sin embargo, justo ahora, frente a tantas personas, él aclaró el asunto del compromiso.

Alicia vio cómo Gabriela rompía a llorar en el acto.

En ese momento, Sara intervino: —Alicia, tú y tu novio, no, debería decir, tú y tu exnovio, ¿cómo están las cosas?

—Así están por ahora.

—Pero creo que él todavía te guarda en su corazón. ¿No notaste cómo te miraba? Parecía un gran perro abandonado esperando a que lo consolaras.

Sara pensaba que si fuera ella, al ser mirada de esa manera por un novio tan atractivo, simplemente no podría enojarse.

La temperatura en la cara de Alicia subió considerablemente: —No hables sin saber; de hecho, aún no sé qué hacer.

Roberto y Teresa explicaron que no existía ningún compromiso con Gabriela, que todo había sido solo un rumor.

Alicia había sido engañada por Gabriela en ese momento.

Pero también estaba enfadada por la ocultación de la identidad de Roberto y se sentía desconfiada.

Sara, tomando del brazo a Alicia, sugirió: —Entonces, da de lado a ese hombre por un tiempo, déjalo que sufra el tormento, enséñale una lección.

—Es una buena idea. Siempre fui yo quien tomó la iniciativa.

Esta vez, Alicia también quería que él tomara la iniciativa.

—Además, hay muchos chicos buenos en este mundo. Ya ha habido varios que han preguntado si estás soltera. Solo tengo que esparcir la noticia y muchos chicos vendrán a cortejarte; no necesitas concentrarte solo en un hombre.

Alicia se sintió mucho mejor: —Tienes razón.

En cuanto a sus sentimientos por Roberto, ella no estaba muy segura, pero había muchas cosas que quería hacer después de su renacimiento; no podía planear su vida en torno a un hombre.