Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 611

Alicia quedó paralizada al escuchar sus palabras y luego bajó la cabeza.

Roberto notó el cambio en ella y preguntó con cautela: —¿Qué te ocurre?

—Creo que tienes razón, después de todo, con tu posición, ¿quién se atrevería a ofenderte?

Alicia sonrió ligeramente.

Al ver su sonrisa, Roberto se pasó la lengua por la mejilla, sintiendo un escalofrío en el corazón.

En este asunto, siempre se encontraba en desventaja.

No pudo resistirse y le pellizcó la mejilla: —Deja de reír.

Alicia apenas esquivó su gesto cuando la puerta de la oficina se abrió y Valentín apareció en la entrada, observando la escena.

Él retrocedió un paso: —...Volveré más tarde.

Roberto soltó su mano y, con los labios apretados fríamente, miró a Valentín: —¿No sabes llamar antes de entrar?

—Estoy yendo a mi oficina, ¿qué puerta debería tocar?

Valentín parecía confundido.

Alicia giró la cabeza y huyó, demasiado avergonzada.

La expresión de Roberto se volvió sombría al mirar a Valentín: —Creí haber cerrado la puerta con llave.

—Olvidé decirte, la cerradura se rompió hace un par de días.

—...Recuerda cambiarla.

Roberto tomó los documentos que Alicia le había entregado antes y no pudo evitar pensar que ella realmente tenía talento.

Valentín se acercó, curioso, y comentó: —Escuché que anoche en La Casa del Sabor aclaraste públicamente que no estás comprometido con Gabriela, y también defendiste a Alicia, ¿cierto?

Los rumores eran lo que más rápido se difundía en esos tiempos.

Roberto terminó de revisar los documentos y se los pasó a Valentín: —Voy al encuentro de esta tarde.

—Tiene sentido, después de todo, ahora que Alicia conoce tu identidad, no hay necesidad de esconderse. Pero, ¿no es cierto que Jorge siempre pensó que querías ascender a través de las mujeres? Será una sorpresa para él descubrir tu verdadera identidad.

Valentín, para ser honesto, estaba algo expectante.

Roberto mencionó a la gente de la familia García, su tono se volvió mucho más frío: —¿Él cree que tener a la familia Pérez como respaldo es suficiente para no tener preocupaciones?

—Quizás en el encuentro de hoy, podríamos darle una lección a Jorge.

Habiendo estado reprimido por tanto tiempo, era hora de dejar una impresión duradera.

Los dos hombres se miraron, ambos con un plan en mente.

Después de la reunión, Alicia empacó los materiales y se preparó con los demás para ir al lugar del encuentro.

Cuando estaban por salir, el auto de Roberto se detuvo frente a ella: —Sube.