Resumo de Capítulo 623 – Capítulo essencial de Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate por Internet
O capítulo Capítulo 623 é um dos momentos mais intensos da obra Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Reencarnación, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Jorge giró la cabeza y fulminó con la mirada a Marco: —Cierra la boca, Alicia también es parte de la familia García.
María, al oír esto, sintió un celo que la impulsaba a matar.
Pero si Alicia había roto relaciones con su familia, ¿cómo seguía siendo parte de la familia García?
Alicia arrebató de las manos de Lucía la invitación: —Mírala bien y luego devuélvemela.
Lucía se sentía muy incómoda, había investigado y la invitación era auténtica, el nombre no había sido alterado.
Cuando Lucía vio a María, habló con un tono despectivo: —¿La familia García también tiene el derecho de recibir una invitación?
María mostró una sonrisa: —Por supuesto, Jorge fue invitado personalmente por la señora Lourdes.
—Qué familia más ignorante.
Lucía, furiosa, se giró y se fue. En el banquete de hoy, definitivamente no dejaría pasar la oportunidad de enfrentarse a Alicia.
Alicia, sosteniendo la invitación, dijo: —Míralo bien, yo también he recibido una invitación.
Jorge, al ver la invitación, supuso que Belén se la había enviado, no esperaba que su relación con ella fuera tan buena; recientemente, su relación con Belén había decaído bastante.
Él se quedó en silencio por un momento y dijo: —Ya que también viniste al banquete de hoy, de cualquier manera, sigues siendo parte de la familia García. Mejorar mi relación con la familia Pérez también te beneficiará.
Alicia, con una mirada irónica, replicó: —¡Por supuesto que no!
Ella no tenía ninguna intención de dejar en buen lugar a la familia García, de todos modos, iba a haber confrontación.
Marco, visiblemente enojado, dijo: —Jorge, prometiste no dejar que Alicia viniera al banquete.
María también se mostró muy dolida: —Jorge, antes te pedí aquel vestido, dijiste que no lo habías comprado, pero hoy lo lleva puesto Alicia. Sé que no soy tu hermana biológica, pero no necesitas engañarme.
Jorge de repente se sintió muy frustrado: —¿Qué te he mentido? ¡Si Alicia puede llevar ese vestido, es por su propio mérito!
Hay que decir que Alicia ahora es mucho más capaz que María.
Marco, con total convicción, miró a Alicia: —¡Quítate ese vestido ahora mismo, no es un vestido que te mereces llevar!
—¿Tu idea es que debo quitarme mi propio vestido solo porque a María le gustaba y no pudo comprarlo?
—Sí, la has molestado, definitivamente tienes que cambiarte ese vestido, ¿no entiendes lo que es tener modales? —Marco habló con gran convicción.
Alicia levantó la vista hacia Jorge, con una mirada cargada de sarcasmo: —¿Con este tipo de familia crees que aún quiero volver?
Jorge se sintió momentáneamente desconcertado; al ver la mirada fría de Alicia y escuchar las palabras de Marco, se sintió incómodo.
Tal vez se dio cuenta de que lo que Marco decía no estaba bien, y recordó que él mismo había tratado a Alicia de la misma manera en el pasado.
Sara interrumpió con una diatriba: —Con este tipo de familia, solo un loco volvería. Una hermana adoptada, celosa del hermoso vestido de Alicia, insistiendo en hacer que se lo quite, ¡qué sinvergüenzas!
Marco, al oír esto, abrió los ojos de par en par y respondió furioso a Sara: —¿Qué has dicho? ¡Repítelo!
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