Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 640

Belén se apresuró a rechazar: —No hace falta, Roberto y Alicia bailan mejor juntos.

Pero Beatriz insistía tenazmente: —Belén, después de todo, hoy es tu cumpleaños, creo que la señorita Alicia no será tan mezquina, ¿verdad?

Alicia encontró la mirada de Beatriz, y mostró una sonrisa: —No me importa.

—Ves, la señorita Alicia lo dice, Belén, no seas tímida.

El rostro de Beatriz llevaba una sonrisa suave y apropiada, pero en las comisuras de sus labios había un cierto frío.

Belén estaba tan ansiosa que seguía mirando a Alicia y Roberto, después de todo, podía decir que Beatriz lo decía a propósito.

Roberto también lo había notado, y miró a Belén: —Lo siento, hoy solo quiero bailar con la chica que me gusta, pero puedo encontrarte otro compañero de baile.

—¿Llegué?, ¿no me he perdido el corte del pastel?

Valentín llegó justo entonces, con Santiago detrás de él.

Cuando Belén vio a Valentín, inmediatamente se relajó: —Valentín, ¿puedes invitarme a bailar una canción?

—Claro, tengo que protegerte, no puedo dejar que otro mocoso se lleve esta oportunidad.

Valentín era realmente comprensivo, aunque no sabía qué estaba pasando, se acercó muy caballerosamente a invitar a Belén a bailar.

Valentín le dijo en voz baja a Belén: —Cuéntame brevemente qué está pasando.

—La señora Beatriz deliberadamente animó a Roberto a bailar conmigo, dejando a Alicia de lado.

Debido a Lourdes, Belén había estado más cerca de Valentín desde pequeña.

Valentín entendió de inmediato: —Parece que la gente de la familia Mendoza realmente no se da por vencida.

En su corazón, Beatriz maldecía a Lucía repetidamente; ¿cómo pudo haber tenido una hija tan torpe, que solo arrastra a la familia hacia abajo?

A pesar de estar enfadada, la señora Beatriz mantuvo un tono suave: —Yo también me acabo de enterar de esto, Lucía siempre ha sido ingenua desde pequeña, fácilmente influenciada por los amigos que tiene a su alrededor. Qué mal aspecto ha dado en la fiesta de la familia Pérez. Ya la he reprendido.

Después de hablar, Beatriz miró a Lourdes: —Lo siento mucho, Lucía ha causado problemas frecuentemente desde niña.

—No es nada, es normal que los niños jueguen y se metan en líos, yo no lo tomo a pecho.

Lourdes captó el subtexto de Beatriz y rápidamente miró a Alicia diciendo: —La señorita Alicia también vino hoy a la fiesta de cumpleaños de Belén, seguramente no te tomarás tan en serio este pequeño incidente, ¿no harás que Belén quede mal, verdad?

La mirada de Alicia se volvió más fría, ¿estas dos estaban colaborando para moralmente obligarla?

Roberto, con el rostro serio, intervino antes que nadie: —Ella puede ser bondadosa y no guardar rencor, pero eso no significa que yo no lo haga.