Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 683

Alicia se quedó quieta, mirando a ese hombre que desde niño había sido el favorito del destino.

A su lado, Jorge tenía la mente en blanco y miró al responsable que acababa de hablar: —¿Qué dijiste hace un momento?

¿Dijo quién era Roberto?

María habló con incredulidad: —Dijo que Roberto es el heredero de la familia González, con que era eso, su apellido es González.

Pero ¿cómo era posible eso?

¿Acaso Roberto no era un médico pobre? ¿Cómo podía ser el heredero de los González? ¿Cómo podía enamorarse de Alicia?

Marco también dijo con incredulidad: —En este mundo hay muchas personas con ese apellido, no todos van a ser el heredero de la familia González, ¿verdad?

María tragó saliva, pero ¿por qué el alcalde era tan respetuoso con él?

¡Eso no tenía sentido!

Alicia se echó a reír y caminó hacia Roberto: —Sí, al principio yo también lo encontraba increíble.

Ese hombre que nació con todo había decidido trabajar como médico escolar.

Jorge retrocedió dos pasos: —¡No! ¡eso es imposible!

Marco asintió: —Sí, tal vez ese hombre lo está fingiendo a propósito.

María giró la cabeza apresuradamente y miró a Lourdes: —¡Pero señora Lourdes debe conocer al heredero de la familia González, debe saber quién es él!

¡Lourdes seguro podía desenmascarar esta mentira!

Jorge también miró a Lourdes, con una mirada inquisitiva: —¿Quién es aquel hombre?

—¿Quién es? ¿No lo escucharon hace un momento?

Lourdes miró a Jorge con disgusto: —Ya hace tiempo que terminó la fiesta de la familia Pérez, ¿y tú no te enteraste de nada? Yo de verdad estaba engañada, llegué a pensar que no me decepcionarías. ¡Resultó que en verdad eres un completo inútil!

—¿Qué quieres decir con eso?

—Quiero decir que siempre has querido escalar, integrarte a la alta sociedad. Pero el novio de tu hermana es el heredero de la familia González, y una oportunidad así... ¡ni siquiera supiste verla!

—Yo también lo supe hace poco. Si no te hubieras desmayado en la fiesta de la familia Pérez, tal vez ya sabrías quién es.

Jorge se acercó furioso: —¿Alicia, te parezco un payaso? ¿Eso te divierte?

Alicia vio los ojos de Jorge inyectados en sangre, llenos de furia.

Sus labios se curvaron en una leve sonrisa: —La verdad, sí fue bastante divertido.

Después de todo, cuanto más Jorge había despreciado a Roberto antes, más ridículo se veía ahora.

Y especialmente alguien como él, que siempre buscaba conexiones, perder una oportunidad así... ¿qué sentiría?

—Alicia, tú...

Jorge avanzó furioso, queriendo interrogar a Alicia.

Roberto lo empujó con fuerza y habló con tono gélido: —No te acerques tanto a hablar. Si quieres suplicar, arrodíllate y pide perdón. ¿No es eso lo que siempre les ha gustado hacer?

Jorge tambaleó unos pasos, mirando a Roberto con una mirada llena de rencor.