Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 742

Resumo de Capítulo 742 : Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate

Resumo de Capítulo 742 – Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate por Internet

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—Aún no hemos empezado a interrogarlo, hemos estado buscando a la persona.

Roberto la miró con firmeza: —Pero si tú estás aquí, ya podemos empezar a preguntar.

En realidad, él había estado esperando que Alicia en cualquier momento apareciera, porque quería hacer esas preguntas en presencia de ella.

Roberto echó un vistazo al hombre que estaba a su lado y le quitó la venda de los ojos y el tapón de la boca.

Ese hombre asustado abrió los ojos, y al ver a Alicia, su expresión cambió notablemente.

Alicia se acercó: —Tú me conoces, ¿verdad?

—No te conozco.

—¿Todavía lo niegas? Claramente estuviste en la casa de los García y mataste al mayordomo.

El hombre de mediana edad se mostró nervioso.

—También te reuniste con María, ¡eres su tío!

Alicia miró con desprecio al hombre de mediana edad frente a ella: —¿Dónde está el padre de María?

—No sé de qué estás hablando, su padre murió hace mucho tiempo.

—¿Entonces quién fue la persona que hoy compartió el botín contigo?

Alicia en ese momento lo presionó con sus preguntas, pero él bajó la cabeza y se negó a hablar.

Roberto tomó la mano de Alicia: —No hace falta que tú te encargues del interrogatorio. Mis hombres lo averiguarán todo. Mejor salgamos.

La llevó fuera del lugar.

Después de todo, el proceso del interrogatorio podría resultar algo sangriento y tedioso, y no era apropiado que Alicia estuviera presente.

Poco después, los gritos desgarradores llegaron a los oídos de Alicia, pero pronto fueron silenciados por una mano que cubrió la boca del hombre y; ya no se oyó nada más.

Roberto sostenía con firmeza la mano de Alicia, sintiendo el frío en su palma, y con cierta preocupación le dijo: —Lo encontraremos.

—Pero ya lo hemos alertado. No aparecerá tan fácilmente.

Alicia se sentía ansiosa y molesta. Le había costado demasiado llegar hasta este día, pero al final de cuentas, ese hombre volvió a escapar.

Muy probablemente, por esa misma razón, habían sido comprados por la familia Mendoza.

Rocío salió a toda prisa con sus hombres, metieron al hombre de mediana edad en la furgoneta y se lo llevaron.

Alicia miró a Roberto: —Pero ahora la familia García ya está al tanto, incluida María, aunque no lo haya admitido con palabras.

—Entonces díselo. A estas alturas del partido, ya no hay necesidad de ocultar nada. Así podrás ver cómo reaccionan con respecto a María. Quizás hasta consigas que ella diga algo útil al respecto.

—También es verdad.

Alicia volteó la cabeza hacia un lado.

Allí estaban Jorge y Vicente, observando perplejos desde lejos, visiblemente ansiosos.

Alicia caminó a paso largo hacia ellos. Vicente fue el primero en hablar: —Alicita, ¿cómo va el interrogatorio? Ese tipo que se llevaron era el padre de María, ¿verdad?

Alicia los miró con frialdad: —Sí, es el padre de María.

Ella quería verlos con el corazón roto, sufrir.

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