Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 82

Ella ve a Roberto sentado en el sofá: —¿Cuándo regresaste?

Roberto, que había estado medio dormido en el sofá, abre los ojos lentamente al oír sus pasos: —Acabo de llegar, ¿fuiste a la escuela hoy?

Observa los libros sobre la mesa, son para llenar opciones universitarias.

Alicia asiente: —Fui a buscar información.

—Alita, como eres tan popular en las transmisiones, seguro que Raúl ya lo sabe. ¿Ahora se arrepiente de haber perdido a una hermana tan impresionante como tú?

Valentín sale del baño, vistiendo una bata holgada y con el cabello aún húmedo.

Roberto se oscurece el rostro: —¡Vuelve a tu cuarto y sal solo cuando estés vestido!

—Ay, es que me emocioné y lo olvidé.

Valentín regresa de inmediato a su habitación para cambiarse de ropa. Tsk tsk, quién diría que es una persona tan celosa, ¡y eso que él se viste tan conservador!

Alicia va a la cocina y prepara algunas frutas, notándose que Roberto está algo cansado.

Roberto mira la bandeja de frutas: —¿Ya decidiste qué plataforma vas a firmar?

—Mejor no firmo con ninguna, eché un vistazo al contrato de EnVivoPlus, exigen estar en línea ciertas horas al día. Cuando comiencen las clases, no tendré tanto tiempo para transmitir en vivo, no sería muy libre.

De todos modos, sin firmar, el pago se puede gestionar a través de la plataforma.

Pero perdería el apoyo en tráfico que ofrece la plataforma.

Valentín, ya vestido, entra de nuevo: —Eso se puede solucionar fácilmente, solo negocia directamente con EnVivoPlus y plantea tus condiciones, seguramente aceptarán.

Alicia se sorprende: —¿Por qué? He oído que los contratos de EnVivoPlus son iguales para todos, rara vez hacen excepciones para los novatos.

¡A menos que seas alguien realmente impresionante!

Valentín tose: —Podrías intentarlo, ¿quién sabe? Después de todo, eres impresionante y la plataforma no es tonta, saben que pueden ganar dinero contigo.

Alicia siempre piensa que Valentín está bromeando.

Quizás Valentín podría usar sus conexiones para ayudarla, pero ella no quiere deber favores.

Alicia niega con la cabeza: —Déjalo, mis ingresos estos días han sido buenos, y eso ya me cubre las cuotas escolares y los gastos de vida para cuando comience el semestre.

Valentín, mientras come fruta, dice: —¿Y ese ciego de Raúl? No puedo creer que no reconozca tu voz.

Roberto lo mira fríamente: —¿Ni siquiera comiendo puedes cerrar la boca?

Alicia sonríe: —Hoy me lo encontré en la escuela, pero no admití nada y él tampoco estaba seguro.