¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 1010

Al acercarse al muelle, Laín pensó un momento y decidió preguntar,

"Papá, cuando veamos a la abuela, ¿nos presentamos directamente?"

Aspen sabía lo que Laín estaba considerando; necesitaban investigar más sobre la familia Ortega.

Sería mejor no revelar sus identidades por ahora, ya que así podrían actuar con mayor libertad.

Pero Aspen no expresó directamente su opinión, sino que se giró hacia Carol para que ella tomara la decisión.

Carol frunció el ceño y dijo: "Primero quiero ver cómo está ella."

Lo que le preocupaba era el estado de salud de Lola.

Su madre había estado buscándola durante años, y verla seguramente la emocionaría.

Para alguien con una enfermedad mental, emocionarse demasiado podría ser peligroso.

Aspen asintió, "Entonces lo decidiremos según la situación."

No importaría revelar quiénes son, tarde o temprano tendrían que hacerlo.

Sin embargo, al llegar al muelle se dieron cuenta de que Lola no había venido ese día.

Carol comenzó a preocuparse,

"¿No dicen que viene todos los días, sin importar el clima? ¿Por qué no vino hoy? ¿Será que se enfermó?"

Aspen intentó calmarla,

"No te preocupes todavía. Primero llevemos a los niños al hotel y los acomodamos. Una vez que estén bien, podemos planificar cuándo visitar a la familia Ortega."

Carol asintió con el ceño fruncido, "…Sí."

Al ver a mamá preocupada, los niños también se angustiaron.

Ledo apretó los puños y se acercó a Laín para susurrar,

"Hermano, iré primero a la casa de los Ortega para investigar por qué la abuela no vino al muelle hoy. Si mamá pregunta, dile que estoy en el coche con el guardaespaldas."

"Está bien, pero ten cuidado. Llámame si pasa algo, no actúes sin pensar."

"Lo sé."

Ledo, a espaldas de Carol, se escurrió con Cano hacia la casa de los Ortega.

La mansión de la familia Ortega se ubicaba en la zona más exclusiva de Ciudad Pacífico, ocupando un vasto terreno. El complejo estaba formado por varias villas y patios.

La villa principal era el centro de todo, con las demás dispuestas a su alrededor.

Esta tenía la mejor ubicación y vista, además de ser la más grande.

Además, vivir en la villa principal era un símbolo de estatus, reservado solo para los jefes de la familia a lo largo de las generaciones.

Con la muerte temprana del abuelo Ortega y la abuela Ortega retirada a la montaña para vivir en tranquilidad, Joaquín y Lola ocuparon la villa principal.

Carol vivió allí antes de desaparecer.

Lola, habiendo perdido la razón, se negó a mudarse con Joaquín fuera de la ciudad, aferrándose a los recuerdos de Carol en la villa principal.

Ledo observaba la mansión de los Ortega desde las sombras, pensando cómo infiltrarse sin ser detectado.

Una alta muralla no sería un obstáculo para él, pero no quería llamar la atención.

Recién habían llegado a Ciudad Pacífico y tenían mucho por investigar; revelar su identidad ahora complicaría las cosas.