¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 206

Aspen revisaba su tablet con determinación. "¡Contáctalo!", ordenó.

Abel sabía que Aspen había estado buscando eso y conocía el motivo, pero...

"Viendo cómo el Sr. Patrón se aferra a eso, me temo que aunque nosotros lo queramos, no estará dispuesto a soltarlo."

"Si el precio es el correcto, ¡que pida lo que quiera!"

"Muy bien, ¿y qué hacemos con Paulo? Si no hay sorpresas, debió haberle pedido al Sr. Patrón que encontrara a la persona que hackeó nuestro sistema. Alguien así de habilidoso y adinerado sería un problema si Paulo lo recluta."

Aspen frunció el ceño.

"Dejemos a Paulo por ahora, ¡consigamos eso primero!"

"Entendido."

Abel intentó contactar al 'Patrón Número Uno de Carolita'.

Pero por más mensajes que le enviaba, el otro no respondía.

Aspen estaba furioso por eso.

Lo que no sabía era que ese Sr. Patrón Número Uno era su propio hijo mayor.

En ese momento, su hijo estaba siendo 'asediado' por un grupo de niñas y no podía escapar para responderle.

Era hora del recreo y un grupo de niñas estaba colmándolo de regalos para ganarse su favor.

Una le ofrecía chocolates, otra le traía dulce de leche, y había quien le regalaba calcomanías y plastilina.

Incluso hubo una que le ofreció soldaditos de juguete.

"Laín, si aceptas mis soldaditos, después tendrás que casarte conmigo, eh. Un hombre de palabra no puede faltar a su promesa."

Laín estaba confundido. ¿Acaso él había aceptado algo? ¿Había dicho algo?

Antes de que pudiera hablar, otra niña intervino.

"Laín no puede casarse contigo, ya aceptó mi dulce de leche. Si se come mi regalo, tiene que ser mi esposo. ¡Un hombre solo puede tener una esposa, así que si se casa conmigo, no puede casarse contigo!"

"Pero yo también quiero casarme con él."

"Entonces ve con Ledo y Luca."

"No puedo, Ledo y Luca dijeron que ya tienen a alguien especial."

"Me temo que las voy a decepcionar, mi papá y mi mamá ya no tendrán más hijos."

"¿Por qué no?"

Obviamente, Laín no iba a decirles que sus padres estaban por divorciarse. Así que les dijo,

"Porque mi papá ya no puede."

"¿Ah? ¿Ya no puede? ¿Tu papá está enfermo? ¿Va a morir?"

"No, no va a morir por ahora, pero tiene un problema de hombres. Ya no puede tener más bebés con mi mamá."

Y así, la noticia de que "el papá de Laín ya no puede tener hijos" se esparció por todo el jardín de infancia.

¡Hasta los más pequeños estaban al tanto!

Algunas niñas, más sensibles, lloraban pensando que sin niños como Laín, no tendrían esposo en el futuro.

"No quiero que el papá de Laín esté enfermo, quiero que tenga hijos."

"¡Yo también quiero que el papá de Laín tenga hijos! Buah…"